- Chapter 67 -

By Unknown - 19:33


{maratón 3/5}

Chris la levantó por las manos y besó su mejilla. — Lo sabemos, bebé. Dejé de ser celoso hace un tiempo. No tenía tiempo de hacer nada más.
Carly sonrió en apreciación y luego lo abrazó. Chris poseía la habilidad de hacer que todos a su alrededor se sintieran calmados, sin duda resultado de crecer con Justin y sus hermanos. Probablemente era más un mecanismo de defensa que cualquier otra cosa. Justin acarició la parte detrás de mi oreja, y me reí hasta que vi a Drake acercándose. La misma urgencia que sentí cuando Justin quería volver a la cafetería me invadió, e instantáneamente me alejé de Justin y caminé tres metros y algo para interceptar a Drake.
— Necesito hablar contigo. —Me dijo. Miré hacia atrás y luego sacudí mi cabeza como advertencia. —Ahora no es un buen momento, Drake. De hecho, es un muy, muy mal momento. Justin y Lucas pelearon en el almuerzo y él todavía está un poco irritado. Necesitas irte.
Drake vio a Justin y luego fijó su vista en mi, determinado. — Escuché lo que sucedió en la cafetería. No creo que estés consciente de en donde te estás metiendo. Justin es mala influencia, ____. Todos lo saben. Nadie está hablando de cuan genial es que tú lo hayas cambiado… todos esperan que él haga lo que sabe hacer mejor. No sé lo que te ha dicho, pero no tienes ni idea de qué clase de persona es.
Sentí las manos de Justin en mis hombros. — ¿Porqué no le dices, entonces?
Drake se encogió nervioso. — ¿Tienes idea de cuantas chicas humilladas he llevado a casa de fiestas luego de pasar horas encerradas con él? Te va a lastimar.
Los dedos de Justin se tensaron en respuesta, posé mis manos en las suyas hasta que se relajó. — Deberías irte, Drake.
—Debes escuchar lo que te digo, ___*.
— No le llames así, joder. —Gruñó Justin.
Drake no apartó sus ojos de los míos. — Estoy preocupado por ti.
— Lo aprecio, pero no es necesario.
Drake sacudió la cabeza. — Él te ve como un desafío a largo plazo, ____. Te tiene pensando que eres diferente a las otras chicas simplemente para llevarte a la cama. Se va a cansar de ti. Él posee la atención de un bebé.
Justin me rodeó, parándose frente de Drake, tan cerca que sus narices casi se tocaban. — Te permití decir lo que querías. Mi paciencia se agotó. —Drake trató de mirarme, pero Justin se inclinó en su dirección— No se te
ocurra mirarla. Mírame a mí, malcriado pedazo de mierda. —Drake enfocó sus ojos en Justin y esperó— Si se te ocurre al menos respirar en su dirección, me aseguraré de que te vayas cojeando a la escuela de medicina.
Drake tomó una par de pasos hacia atrás, hasta que estuve en su campo de visión. — Pensé que eras más lista que esto. —dijo, sacudiendo la cabeza antes de voltearse e irse.
Justin lo observó marcharse, luego se volteó y sus ojos encontraron los míos. — Sabes que eso es pura mierda, ¿verdad? No es cierto.
— Estoy segura que es eso lo que todos piensan. —Me quejé, atrayendo la atención de aquellos que iban pasando.
— Entonces les probaremos lo contrario.

Mientras la semana avanzaba, Justin se tomó su promesa muy en serio. Ya no conversaba con las chicas que lo detenían en los pasillos, y algunas veces hasta era grosero con ellas. En el momento en que caminamos dentro de The Red para la fiesta de Halloween, me encontraba un poquito nerviosa sobre como él planeaba mantener lejos a las fiesteras intoxicadas. Carly, Brody y yo nos sentamos en una de las mesas cercanas, mientras veíamos a Justin y Chris jugar billar con dos de sus hermanos Sig Tau.
— ¡Vamos, bebé! —Gritó Carly, levantándose en el escalón de su banco.
Chris le guiñó, y luego realizó su tiro, metiéndola en el hoyo derecho más lejano. — ¡Woo! —chilló. Un trío de mujeres vestidas como Los Ángeles de Charlie se acercaron a Justin mientras él esperaba su turno, sonreí cuando él trató lo más que pudo de ignorarlas. Cuando una de ellas trazó la línea de uno de sus tatuajes, Justin jaló su brazo. La apartó para así poder hacer su tiro, y ella hizo un puchero a sus amigas.
— ¿Puedes creer cuán ridículas son? Las chicas aquí no tienen vergüenza. —dijo Carly. Brody sacudió su cabeza, asombrado. — Es Justin. Creo que es lo del chico malo. O creen que pueden salvarlo, o piensan que son inmunes a sus encantos. No estoy seguro cual será.
— Probablemente las dos. —Me reí, viendo como las chicas esperaban que Justin les prestara atención— ¿Puedes imaginar ser tú quien espera ser escogida por él? ¿Sabiendo que vas a ser usada sólo para sexo?
— Problemas paternales. —dijo Carly, tomando un sorbo de su bebida. 
Brody botó su cigarro y jaló nuestros vestidos.— ¡Vamos, chicas! ¡El Brody quiere bailar!
— Sólo si prometes nunca volver a llamarte así. —dijo Carly. Brody sacó su labio inferior y Carly sonrió.
— Vamos, ____. No quieres hacer a Brody llorar, ¿cierto? —Nos unimos a los policías y vampiros en la pista de baile, y Brody sacó sus pasos de Timberlake. Miré a Justin sobre mi hombro y lo descubrí mirándome por el rabillo del ojo, fingiendo ver a Chris meter la bola ocho en el juego. Chris recolectó sus ganancias, y Justin se dirigió a la larga barra que rodeaba la pista de baile, para pedir un trago. Brody bailaba por toda la pista, para finalmente hacer un sándwich entre Carly y yo. Justin rodó los ojos, riéndose mientras volvía a nuestra mesa con Chris.
— Voy a buscar otra bebida. ¿Quieren algo? —gritó Carly por encima de la música.
— Voy contigo. —dije, mirando a Brody y apuntando hacia la barra. Brody sacudió la cabeza y continuó bailando.

Carly y yo avanzamos por la multitud hacia la barra. El barman estaba agobiado, por lo que nos acomodamos para una larga espera. — Los chicos están arrasando esta noche. —dijo Carly.
Me incliné a su oído. — Por qué alguien apostaría contra Chris es algo que nunca entenderé.
— Por la misma razón que apuestan contra Justin. Son idiotas. —Sonrió. Un hombre en una toga se inclinó contra la barra al lado de Carly y sonrió. — ¿Qué están tomando las damas esta noche?
— Nosotras compramos nuestros propios tragos, gracias. —dijo Carly, mirando hacia adelante.
— Soy Mike. —dijo, y luego apuntó a su amigo— Éste es Logan.
Sonreí educadamente, mirando a Carly, quien tenía su mejor cara de lárgate. El barman tomó nuestra orden, y luego asintió detrás de nosotras, volteándose para preparar la bebida de Carly. Nos trajo un vaso de vidrio cuadrado lleno de líquido rosa y tres cervezas. Mike le tendió dinero y ella asintió.

— Esto es algo diferente —dijo Mike, escaneando la multitud.


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