- Chapter 35 -

By Unknown - 21:52




— Está bien. Si terminas debajo de él en el asiento trasero de su coche, después no vengas llorando conmigo.
Mi boca se abrió, ofendida y furiosa al instante.
— No te preocupes, no lo haré. —le dije, alejándome de él.
Justin me agarró del brazo y suspiró, mirándome sobre su hombro. — No quise decir eso, Pidge. Si él te lastima, si tan sólo te hace sentir incómoda, sólo házmelo saber.
La ira se desvaneció y dejé caer mis hombros. — Sé que no lo quisiste. Pero tienes que ponerle un alto a este gran exceso de sobre protección de hermano mayor que tienes.
Justin se echó a reír. — No estoy jugando el papel del hermano mayor, Pigeon. Nada de eso.
Drake apareció en la esquina y se metió las manos en el interior de los bolsillos, ofreciéndome su codo. — ¿Todo listo?
Justin apretó la mandíbula y di un paso hacia el otro lado de Drake para distraerlo de la expresión de Justin. —Sí, vámonos. —Tomé el brazo de Drake y caminé con él unos poco pasos antes de volverme para decirle adiós a Justin, pero él estaba taladrando con la mirada la parte posterior de la cabeza de Drake. Sus ojos se deslizaron hacia mí y sus rasgos se suavizaron.
— Ya basta. —dije a través de mis dientes, siguiendo a Drake entre la multitud hacia su coche.

— Es ese plateado. —Los faros de su coche parpadearon dos veces cuando él presionó la llave inalámbrica. Él abrió la puerta del pasajero y reí.
— ¿Conduces un Porsche?
— Ella no sólo es un Porsche. Ella es un Porsche 911 GT3. Hay una diferencia.
— Déjame adivinar, ¿Es el amor de tu vida? —Le dije, citando la declaración de Justin acerca de su motocicleta.
— No, es sólo un coche. El amor de mi vida será una mujer con mi apellido. —Me permití una pequeña sonrisa, tratando de no parecer excesivamente afectada por su declaración. Él tomó mi mano para ayudarme a entrar en el coche y cuando él se sentó al volante, apoyó la cabeza en contra de su asiento y me sonrió. — ¿Qué harás esta noche?
— ¿Esta noche? —Le pregunté.
— Ya es de mañana. Y quiero invitarte a cenar antes de que alguien se me adelante.
Una sonrisa se extendió en mi cara. — No tengo ningún plan.
— ¿Te recogeré a las seis?
— Está bien. —dije, mirándolo tomar mis dedos entre los suyos. —Drake me llevó directamente a casa de Justin, manteniéndose al límite de velocidad y mi mano en la suya. Se puso detrás de la Harley, y al igual que antes, me abrió la puerta. Una vez que llegamos a la puerta, él se inclinó para besar mi mejilla. 
— Descansa un poco. Nos vemos esta noche. —me susurró al oído.
— Adiós. —sonreí, girando el pomo. Cuando la empuje, la puerta cedió y me lanzó hacia adelante.
Justin me agarró del brazo antes de caer. — Tranquila.
Me volví para ver a Drake mirándonos con una expresión incómoda. Se inclinó para mirar en el apartamento. — ¿Ninguna joven humillada, varada, que tenga que darle un aventón a casa?
Justin miró a Drake. — No empieces conmigo.
Drake sonrió y guiñó un ojo. — Siempre estoy dándole problemas. No tengo la oportunidad de hacerlo a menudo desde que él se dio cuenta que es más fácil si consigue que ellas lleguen aquí en sus propios autos.
— Supongo que eso sí simplifica las cosas. —dije, bromeando.
— No es gracioso, Pidge.
— ¿Pidge?
— Es uh… una abreviatura de Pigeon. Es sólo un apodo, ni siquiera sé de dónde lo sacó. —le dije. Esa fue la primera vez que me sentí incómoda con el nombre que Justin me había concedido en la noche que nos conocimos.
— Tendrás que contármelo cuando lo averigües. Suena como una buena historia. —sonrió Drake— Buenas noches, ____.
— ¿Quieres decir buenos días? —dije, viéndolo trotar por las escaleras.
— Eso también. —gritó con una sonrisa dulce.

Justin cerró la puerta y tuve retirar mi cabeza antes de que me golpeara con ella. — ¿Qué? —pregunté.
El sacudió la cabeza y se dirigió a su dormitorio. Yo le seguí y luego salté sobre un pie para retirar uno de mis tacones. — Él es bueno, Justin.
Suspiró y se acercó a mí. — Te vas a lastimar. —dijo, enganchando su brazo alrededor de mi cintura con una mano y quitando mis zapatillas con la otra. Los arrojó en el armario y luego se quitó la camisa, caminando hacia la cama. Abrí la cremallera de mi vestido y lo deslicé por mis caderas, pateándolo hacia la esquina. Tiré una camiseta sobre mi cabeza, después desabroché el sujetador, retirándolo a través de la manga de mi camisa. Cuando acomodé mi pelo en un moño en la parte superior de mi cabeza, me di cuenta de que él me miraba.
— Estoy segura que no hay nada que no hayas visto antes. —le dije, poniendo los ojos en blanco. Me deslicé bajo las sábanas y me recosté en contra de mi almohada. Él se desabrochó el cinturón y tiró de sus pantalones hacia abajo, quitándoselos. Esperé mientras él permanecía en silencio por un momento. Yo estaba de espaldas a él, así que me preguntaba qué estaba haciendo, de pie al lado de la cama en silencio. La cama cóncavo cuando finalmente se arrastró sobre el colchón junto a mí y me puse rígida cuando su mano se posó en mi cadera. — No fui a una pelea esta noche. —dijo— Tony llamó. Pero no fui.
— ¿Por qué? —dije, volviéndome hacia él.
— Quería asegurarme de que llegaras a casa.

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