- Confió en ti, tienes cara de buena chica, a si que te contare mi historia, pero créeme nunca cuento esta historia a nadie, poca gente lo sabe. Considera eso como un alago linda.- mis mejillas se tornaron de un tono rojizo cuando me llamo linda.
- Justin no hace falta que me lo digas si no quieres…
- Quiero contártelo
- ¿Seguro?
- Segurísimo. Bueno todo comenzó cuando tan solo tenía 17 años, conocí a una chica Lisa. Ella era la chica con la siempre había soñado, alta, rubia, sus ojos grises me hipnotizaban, su cuerpo era perfecto, su sonrisa… simplemente todo ella era perfecta. – Justin miraba hacia todos los lados menos a mí, su voz sonaba como un completo enamorado - Comenzamos a salir, todo iba perfecto, cada momento a su lado era inolvidable, pero en esos tiempos yo era un mujeriego, ella no lo sabía, ella no sabía que la engañaba con un millón de chicas que ni conocía. En mi cumpleaños, después de estar un año saliendo, como regalo, se entrego a mí, hicimos el amor durante toda la noche como dos enamorados. Desde ese día me di cuenta de que estaba enamorado de ella, que quería pasar con ella el resto de mis días. Quería dejar de ser un mujeriego i centrarme solo en ella. Pero un día recibí un mensaje era una foto de ella con otro tío – en ese momento su rostro se torno serio, su mirada reflejaba furia – y abajo ponía ‘Cada uno recibe su merecido, para mi mujeriego mas capullo. Lisa’. Cuando pasaran unos años vino a buscarme, yo seguía enamorado de ella, no había un día en el que no hubiera pensado en ella. Cuando la vi aparecer por mi apartamento creí que podríamos darnos una segunda oportunidad, pero no. Vino a decirme que era padre y quería dinero para poder cuidar a Jackson. Cuando conocí a ese pequeño, mi vida dio un giro de 360 grados. El hizo que mi vida cambiara radicalmente, lo adoro. Ahora lo veo cada 15 días. Y la moraleja de todo esto es que alquilo mi piso para poder pagar a Lisa el dinero para que cuide de Jackson.
En ese momento comenzó un silencio incomodo entre los dos, mire a Justin a los ojos, y se me rompió el alba al verlo llorar. Me senté a su lado.
- ¿Te digo la verdad? – secando con mis manos sus lagrimas.
- Si por favor
- Fuiste un completo capullo – iba a interrumpirme pero antes de que dijera algo continúe hablando – pero eras un capullo enamorado. ¿Ahora has cambiado no? Tienes a Jackson, disfruta de él y no vivas en el pasado.
- Que graciosa – me saco la lengua en forma de burla, mientras acariciaba mi mano que estaba en su mejilla – Pero por lo segundo creo que tienes razón...
- ¿Cuántos años tiene?
- 3 años – una pequeña lagrimilla caía por la mejilla de Justin
- Hablemos de otra cosa, creo que esto no te hace bien – seque la lagrima con mis dedos.
- Te propongo un juego
- ¿Qué clase de juego Justin? – los dos reímos juntos.
- No pienses mal, el juego de las 10 preguntas, así podremos conocernos más.
- Vale, empieza tú.
Justin comenzó a hacerme preguntas como tu comida favorita, color, playa o montaña, música preferida, aficiones, deportes… Al final no resultaron 10 preguntas, si no muchísimas más.
- ¡Madre mía! Mis padres me van a matar – dije mirando mi reloj.
- Joder esto solo me pasaba cuando estaba en el instituto
- Que gracioso eres – dije dándole un golpe suave en el hombro.
- Va sube que te llevo.
Cuando llegamos a mi casa, me baje de la moto y camine hacia la puerta.
- Eh linda – me gire hacia el
- ¿Yo?
- Si tu ven - camine hacia el – no me has respondido a una pregunta
- ¿Cuál?
- ¿Te vienes a vivir con el sexy de Justin?
