- Chapter 38 -

By Unknown - 21:44



Me sorprendió la forma en que sus palabras eran educadas, más aun así goteaban con insultos. No era un talento que había desarrollado de la noche a la mañana. La Sra. Harris debía haber pasado sus años restregando su superioridad a los demás.
— Es bueno verte, mamá. Buenas noches. —Ella besó su mejilla, frotó el lápiz labial con el dedo pulgar y luego regresó a su mesa— Lo siento, yo no sabía que ella estaría aquí.
— Está bien. Ella parece… genial.
Drake se echó a reír. — Sí, para una piraña. —Ahogué una risa y él ofreció una sonrisa de disculpa— Ella se ablandará. Sólo le toma un poco de tiempo.
— Esperemos que sea antes de que te vayas a Harvard.
Hablamos sin cesar acerca de la comida, de Eastern, cálculo e incluso sobre el Círculo. Drake era encantador, divertido y decía las cosas correctas. Varias personas se acercaron a el para saludarlo y él siempre me presentó con una sonrisa de orgullo. Él era considerado como una celebridad dentro de las paredes del restaurante y cuando nos retiramos, sentí la presión de los ojos de todos en la habitación.
— ¿Y ahora qué? —Le pregunté.
— Me temo que tengo un examen en Anatomía el lunes a primera hora. Tengo que estudiar. —dijo, cubriendo mi mano con la suya.
— Mejor tú que yo. —le dije, tratando de no sonar demasiada decepcionada.

Condujo al apartamento y me llevó hasta las escaleras de la mano.
— Gracias, Drake. —sonreí— Pase un rato fantástico.
— ¿Es demasiado pronto para pedirte una segunda cita?
— No, para nada. —sonreí.
— ¿Te llamó mañana?
— Suena perfecto.
Luego vino el momento del silencio incómodo. El elemento de las citas que temo. Besarse o no besarse, odiaba esa pregunta.
Antes de que tuviera la oportunidad de preguntarme si me besaría o no, él tomó cada lado de mi cara y me acercó a él, presionando sus labios contra los míos. Eran suaves, cálidos y maravillosos. Se retiró y luego me besó otra vez.
—Te hablo mañana, ___*.
Me despedí con la mano, mirándolo caminar por las escaleras hacia su coche.
— Adiós.

Una vez más, cuando giré el picaporte, la puerta se abrió de un tirón y caí hacia adelante. Justin me atrapó y recuperé el equilibrio.
— ¿Quieres parar de hacer eso? —Le dije, cerrando la puerta detrás de mí.
— ¿___*? ¿Qué eres, un vídeo de ejercicios? —Se burló.
— ¿Pigeon? —dije con la misma cantidad de desdén— ¿Una molesta ave que hace popo por toda la acera?
— A ti te agrada Pigeon —dijo él a la defensiva— Es una paloma, una chica atractiva, una carta ganadora en el póker, tú sólo elige. Tú eres mi paloma.
Me agarré de su brazo para quitarme los tacones y luego caminé a su habitación. Cuando ya me había cambiado en mi pijama, hice mi mejor esfuerzo para permanecer enojada con él. Justin se sentó en la cama y se cruzó de brazos. — ¿Pasaste un buen rato?
— Pase —suspiré— un rato fantástico. Un momento perfecto. Él es… —No podía pensar en una palabra adecuada para describirlo, así que sólo negué con la cabeza.
— ¿Te besó?
Apreté los labios y asentí con la cabeza. — Tiene unos labios realmente suaves.
Justin se estremeció. —No me importa qué tipo de labios tiene.
— Créeme, es importante. Me pongo nerviosa con los primeros besos, también, pero éste no fue tan malo.
— ¿Te pones nerviosa acerca de un beso? —Preguntó, divertido.
— Sólo los primeros besos. Los detesto.
— Yo los detestaría, también, si tuviera que besar a Drake Harris.
Me reí y fui al cuarto de baño para lavar el maquillaje de mi cara. Justin me siguió, apoyándose contra la puerta. — Así que, ¿van a salir otra vez?
— Sí. Él me llamará mañana. —Me sequé la cara y corrí por el corredor, saltando sobre la cama.

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