- Chapter 28 -

By Unknown - 22:06



Me incliné al oído de Tony —Apuesto dos a Justin. —dije. Las cejas de Tony se alzaron mientras me veía sacar dos billetes de $100 dolares de mi bolsillo. Mantuvo a su palma extendida, y yo estampé los billetes en su mano.
—No eres la Pollyanna que pensé que serías. —dijo, dándome una rápida mirada. Brady era por lo menos una cabeza más alto que Justin y tragué saliva cuando los vi de pie uno frente al otro. Brady era masivo, el doble del tamaño de Justin y músculo sólido. No podía ver la expresión de Justin, pero era evidente que a Brady se le había acabado la sangre. Tony presionó sus labios contra mi oído. —Puede que quieras taparte los oídos, gatita.
Puse mis manos a cada lado de mi cabeza, y Tony sonó la bocina. En vez de atacar, Justin dio unos pasos atrás. Brady se balanceó y Justin lo esquivó por la derecha. Brady osciló nuevamente y Justin lo eludió y quedó de lado.
— ¿Qué demonios? ¡Esto no es un combate de boxeo, Justin! —Gritó Tony. Justin aterrizó un puñetazo en la nariz de Brady. El volumen en el sótano era ensordecedor. Justin hundió un gancho izquierdo en la mandíbula de Brady, y mis manos volaron sobre mi boca cuando Brady intentó unos golpes más, cada uno encontró sólo el aire. Brady cayó contra su séquito cuando Justin le dio un codazo en la cara. Justo cuando pensaba que casi terminaba, Brady volvió a balancearse nuevamente. Golpe tras golpe, Brady no parecía poder mantenerse. Ambos hombres estaban cubiertos de sudor, y jadeé cuando Brady falló otro puñetazo, golpeado su mano en un pilar de cemento. Cuando él se dobló, sosteniendo su puño por debajo de él, Justin lo acabó. Fue implacable, primero le dio con su rodilla en cara a Brady y luego lo golpeó repetidamente hasta que Brady tropezó y chocó con el suelo. El nivel del ruido creció cuando Tony dejó mi lado para tirar el cuadro rojo en el rostro ensangrentado de Brady.

Justin desapareció detrás de sus fans y yo presioné mi espalda contra la pared, buscando el camino a la puerta por la que entramos. Cuando alcancé la luz de la linterna fue un alivio enorme. Me preocupaba ser derribada y pisoteada. Mis ojos se quedaron enfocados en puerta, atenta a cualquier señal que la multitud comenzara a desparramarse en la pequeña habitación. Después de varios minutos, y ninguna señal de Justin, me preparé para regresar sobre mis pasos hasta la ventana. Con el número de personas tratando de salir a la vez, no estaba segura vagando por ahí.

Justo cuando comencé a caminar en la oscuridad, unos pasos crujieron contra el hormigón suelto en el suelo. Justin me buscaba en un ataque de pánico.
— ¡Pigeon!
— ¡Estoy aquí! —Lo llamé, corriendo a sus brazos.
Justin me volteó a ver y frunció el ceño. — ¡Casi me matas del susto! Por poco y tuve que comenzar otra pelea para conseguir llegar a ti... ¡Finalmente llego ahí y te has ido!
— Me alegro de que estás de vuelta. No deseaba perder mi camino en la oscuridad.
Toda preocupación dejó su rostro, y sonrió ampliamente —Creo que has perdido la apuesta.
Tony llegó, me miró y, luego miró encolerizada a Justin. —Tenemos que hablar.
Justin me guiñó un ojo. —Quédate aquí. Ya regreso.
Desaparecieron en la oscuridad. Tony alzó su voz un par de veces, pero no podía entender lo que estaba diciendo. Justin volvió, metiendo un fajo de billetes en su bolsillo, y luego me ofreció una media sonrisa. —Vas a necesitar más ropa.
— ¿En serio vas a hacer que me quedé contigo durante un mes?
— ¿Habrías hecho que yo no tuviera sexo durante un mes?
Me reí, sabiendo que lo haría. —Mejor detengámonos en Morgan.
Justin dijo radiante —Esto será interesante.
Cuando Tony pasó caminando, estampó mis ganancias en mi palma, retirándose hacia la turba que se estaba dispersando. Justin levantó una ceja. — ¿Apostaste?
Sonreí y me encogí de hombros. —Pensé que debería tener la experiencia completa.
Me llevó a la ventana y luego trepó fuera, dándose la vuelta para ayudarme a subir y salir al aire fresco de la noche. Los grillos se escuchaban en las sombras, deteniéndose, sólo lo suficiente, para permitir que pasáramos. La hierba, que había forrado la acera, se entrelazaba en la suave brisa, recordándome el sonido que el océano hace cuando no estaba lo suficientemente cerca como para escuchar las olas romper. No hacía demasiado calor o demasiado frío; era una noche perfecta. 
— ¿Por qué razón quieres me quede contigo, de todos modos? —Le pregunté.
Justin se encogió de hombros, metiendo las manos en sus bolsillos. —No sé. Todo es mejor cuando estás cerca.

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2 comentarios

  1. hola albita pechocha te he olvidado vale... eso no es justo :( jejeje para mi fue un buen maraton y bien largo jajaja bendito internet que no me dejaba y las clases por supuesto, me encanta me encanta supermegaincreible los cap.

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    1. JULIAN DE MI CORASHON !! jajajaj no pasa nada pechocha 2 yo tampoco tengo mucho tiempo pero me alegra que me dejéis un comentario SALVAJE RAWR jajaja eh subido mas capítulos y estoy KADGSJHGSJHDGAJ porque casi llegamos a las 80000 visitas !! WIIIUIUIU

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