- Chapter 19 -

By Unknown - 10:35



Maratón {3/8}

Brody tomó otra calada. El humo fluyó de su nariz en dos chorros. Giré mi cara hacia el sol mientras él me relataba su reciente fin de semana de baile, licor y un nuevo amigo muy persistente.
— Si él te está acechando, entonces ¿Por qué dejas que te compré las bebidas? —Me reí.
— Es muy sencillo, ____. Estoy en quiebra.
Me reí nuevamente y Brody me encajó su codo en mi costado cuando alcanzó a ver a Justin caminando hacia nosotros. — Hey, Justin. —Cantó alegremente Brody, guiñándome un ojo.
— Brody—él asintió. Levantó sus llaves— Me voy a casa, Pidge. ¿Necesitas un aventón?
— Estaba a punto de entrar —dije, sonriendo a través de mis gafas de sol.
— ¿No te vas a quedar conmigo esta noche? —Preguntó, su rostro era una combinación de sorpresa y decepción.
— No, sí lo haré. Sólo tengo que tomar algunas cosas que olvidé.
— ¿Cómo qué?
— Bueno, para empezar mi máquina de afeitar. ¿Qué te importa?
— Ya es hora de que te afeites las piernas. Están destrozando las mías. —dijo con una sonrisa traviesa.
Los ojos de Brody se agrandaron mientras me dio una rápida mirada, y yo volteé mi cara hacia Justin. — ¡Así es cómo empiezan los rumores! —Miré a Brody y sacudí mi cabeza— Estoy durmiendo en su cama…sólo durmiendo.
—Está bien. —dijo Brody con una sonrisa maliciosa. Le di un golpe en el brazo antes de abrir la puerta y subir por las escaleras.

Cuando llegué a la segunda planta, Justin estaba a mi lado.
— Oh, no te enojes. Sólo estaba bromeando.
— Todo el mundo ya asume que estamos teniendo sexo. Lo estás empeorando.
— ¿A quién le importa lo que piensan?
— ¡A mí, Justin! ¡A mí! —Abrí mi puerta, metí mis cosas en una pequeña bolsa y luego salí violentamente, con Justin detrás de mí. Sonrió mientras tomó la bolsa de mi mano y le lancé una mirada asesina— No es divertido. ¿Quieres que toda la escuela crea que soy una de tus putas?
Justin frunció el ceño. — Nadie piensa eso. Y si lo hacen, será mejor que esperen que yo no me entere.
Mantuvo la puerta abierta para mí y después de atravesarla, me detuve abruptamente delante de él.
— ¡Whoa! —dijo, chocando conmigo.
Volteé alrededor. — ¡Oh Dios mío! Probablemente piensan que estamos juntos y tú, con tu falta de vergüenza, continuas con tu…estilo de vida. ¡Debo verme patética! —dije, dándome cuenta de eso mientras hablaba— No creo que deba quedarme contigo por más tiempo. Deberíamos, simplemente, permanecer alejados uno del otro en general por un tiempo.
Le quité mi bolsa y él me la arrebató de vuelta.
— Nadie piensa que estamos juntos, Pidge. No tienes que dejar de hablarme para probar tu punto.
Estábamos envueltos en un tira y afloja con la bolsa, y cuando él se negó a dejarla ir, gruñí ruidosamente en frustración. — ¿Alguna vez tuviste a una chica, que es una amiga, quedándose contigo? ¿Alguna vez llevas clases con esas chicas en la escuela? ¿Has comido los almuerzos con ellas todos los días? Nadie sabe qué pensar sobre nosotros, ¡Incluso cuando se los décimos!
Caminamos hacia el estacionamiento. — Voy arreglar esto, ¿Está bien? No quiero que nadie piense menos de ti debido a mí —dijo, con una expresión apenada. Abrió muchos sus ojos y sonrió— Déjame hacer las paces contigo. ¿Por qué no vamos a The Dutch esta noche?
— Eso es una barra de motociclistas —desprecié, viendo como sujetaba mi bolsa a su moto.
— Está bien, entonces vamos al club. Te llevaré a cenar, y luego podemos ir a The Red Door. Yo invito.
— ¿Cómo es que salir a cenar y luego a un club arregla el problema? Cuando la gente nos vea salir juntos lo hará peor.
Él se montó en su moto. — Piénsalo. ¿Yo, borracho, en una habitación llena de mujeres escasamente vestidas? No tomará mucho tiempo para que la gente sepa que no somos una pareja.
— ¿Y qué supone que debo hacer? ¿Llevar a casa a un chico borracho del bar para probar el punto?
— No me refería a eso. No hay necesidad de enojarse —dijo con el ceño fruncido.
Rodé mis ojos y subí al asiento, pasando mis brazos alrededor de su cintura. — ¿Alguna chica extraña va a seguirnos a la casa desde el bar? ¿Así es cómo vas a arreglar las cosas conmigo?
— ¿No estás celosa, o sí, Pigeon?
— ¿Celosa de qué? ¿De la imbécil infectada de ETS a quien mandarás al diablo en la mañana?
Justin se rió y entonces encendió su Harley. Voló hacia su apartamento a dos veces el límite de velocidad, y cerré mis ojos para no ver los árboles y los coches que dejábamos atrás. 

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