- Chapter 23 -

By Unknown - 11:03



Maratón {7/8}

En el apartamento, todos entramos tropezándonos por la puerta. Fui directamente al baño, a lavarme el humo del cabello. Cuando salí de la ducha, vi que Justin me había traído una de sus camisetas y un par de sus bóxers para cambiarme. La camiseta me engulló y los bóxers desaparecieron bajo la camisa. Me aventé a la cama y suspiré, todavía sonriendo por lo que me había dicho en el estacionamiento. Justin me miró fijamente por un momento y sentí una punzada en mi pecho. Tuve unas ganas casi ansiosas de agarrar su rostro y estampar mi boca sobre la suya, pero luché contra el alcohol y las hormonas que corrían a través de mi sangre.
—Buenas noches, Pidge —susurró, girándose.
Me moví nerviosamente, aún no estaba lista para irme a dormir. — ¿Justin? —dije, inclinándose hasta descansar mi mentón en su hombro.
— ¿Sí?
—Sé que estoy borracha y acabamos de tener una enorme pelea sobre esto, pero…
—No voy a tener sexo contigo, así que deja de preguntar —dijo, aun dándome la espalda.
— ¿Qué? ¡No! —Chillé.
Justin se rió y se giró, mirándome con una expresión suave. — ¿Qué, Pigeon?
Suspiré. —Esto… —dije, recostando mi cabeza sobre su pecho y pasando mis brazos a través de su cintura, acurrucándome contra él lo más que me fue posible.
Él se puso tenso y levantó sus manos, como si no supiera cómo reaccionar. —Estás borracha.
—Lo sé. —dije, demasiado intoxicada para estar avergonzada.
Él relajó una mano contra mi espalda y la otra sobre mi cabello mojado y luego presionó sus labios en mi frente. —Eres la mujer más confusa que he conocido.
—Es lo menos que puedes hacer después de asustar al único chico que se me acercó esta noche.
— ¿Te refieres a Ethan el violador? Sí, te debo una por eso.
—No importa. —dije, sintiendo el comienzo de un rechazo venir.
Agarró mi brazo y lo sostuvo en su estómago para evitar que me alejara. —No, lo digo en serio. Tienes que ser más cuidadosa. Si no estuviera ahí… Ni siquiera quiero pensar en ello. ¿Y ahora esperas que me disculpe por ahuyentarlo?
—No quiero que te disculpes. Ni siquiera es por eso.
—Entonces, ¿Por qué es? —preguntó, buscando en mis ojos algo. Su rostro estaba a pocos centímetros del mío y pude sentir su aliento en mi boca.
Fruncí el ceño. —Estoy borracha, Justin. Es la única excusa que tengo.
— ¿Quieres que te abrace hasta que te quedes dormida?
No contesté.
Él giró para mirarme directamente a los ojos. —Debería decir que no para probar un punto. —dijo, sus cejas se juntaron— Pero me odiaría a mí mismo más tarde si digo que no y nunca me preguntas otra vez.
Recosté mi mejilla contra su pecho, y sus brazos me apretaron, suspirando. —No necesitas una excusa, Pigeon. Todo lo que tienes que hacer es pedirlo.

Me estremecí, debido a la luz del sol, que pasaba través de la ventana y la alarma sonando en mi oído. Justin aún estaba dormido, rodeándome con sus brazos y sus piernas. Maniobré un brazo libre para alcanzar el botón de dormitar. Pasé mis manos por mi cara, volteé a verlo, durmiendo sonoramente a dos centímetros de mi cara.
—Oh, Dios mío. —susurré, preguntándome cómo habíamos conseguido estar tan enredados. Tomé una respiración profunda y la contuve, mientras trabajaba en librarme de sus garras.

—Detente, Pidge, estoy dormido. —Balbuceó, apretándome contra él.

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