- Chapter 5 -

By Unknown - 17:18



Una pequeña morena se puso delante de nosotros, con los ojos abiertos de esperanza. —Hola, Justin. —dijo, jugando con su pelo.
Me detuve, retrocediendo por su tono de voz dulce y luego caminé a su alrededor. La había visto antes, hablando normalmente en el área de los dormitorios de las chicas, Morgan Hall. Su tono de voz sonaba más maduro y me pregunté por qué ella creía que Justin encontraría su tono de niña atractivo. Ella balbuceó en una octava más alta por un tiempo más hasta que él estaba nuevamente a mi lado.
Sacando un encendedor de su bolsillo, él encendió un cigarrillo y exhaló una nube espesa de humo. — ¿En dónde estaba? Ah, sí… tú estabas pensando.
Hice una mueca. — ¿De qué estás hablando?
— ¿Has pensando en venir?
—Si digo que sí, ¿Dejarás de seguirme?
Consideró mi estipulación y luego asintió. —Sí.
—Entonces iré.
— ¿Cuándo?
Suspiré. —Esta noche. Iré esta noche.
Justin sonrió y se detuvo en seco —Genial. Te veré después, Pidge —gritó detrás de mí.

Doblé la esquina para ver a Carolyn junto a Brody fuera de mi dormitorio. Nosotros tres terminamos en la misma mesa en clase de orientación para primer año, y supe que él sería la tercera rueda a nuestra bien engrasada máquina. Él no era excesivamente alto, pero aun así mucho más que mi metro con sesenta y cuatro centímetros. Sus ojos redondos compensaban sus rasgos delgados y finos, y su pelo teñido por lo general era estilizado por la parte delantera.
— ¿Justin Bieber? Jesús, ____, ¿Desde cuándo comenzaste a pescar en la parte profunda? —dijo Brody, con desaprobación en sus ojos.
Carolyn sacó el chicle de su boca en una larga cuerda. —Sólo lo estás empeorando por ignorarlo. Él no está acostumbrado a eso.
— ¿Qué sugieres que haga? ¿Dormir con él?
Carolyn se encogió de hombros. —Te ahorrará tiempo.
—Le dije que iría esta noche.
Brody y Carolyn intercambiaron miradas.
— ¿Qué? Él prometió dejarme de molestar si decía que sí. Tú irás esta noche, ¿verdad?
—Bueno, sí —dijo Carolyn—. ¿En verdad vendrás?
Sonreí y pasé junto a ellos hacia el dormitorio, preguntándome si Justin podría cumplir su promesa de no coquetear. Él no era difícil de descifrar; o él me veía como un reto, o lo suficientemente un atractiva para ser una buena amiga. No estaba segura cuál me molestaba más. 

Cuatro horas después, Carolyn llamó a mi puerta para ir a casa de Christian y Justin. Ella no se contuvo cuando salí al pasillo.
— ¡Qué asco, ____! ¡Pareces una vagabunda!
—Bien —dije, sonriendo a mi atuendo. Mi cabello estaba recogido encima de mi cabeza en un moño desordenado. Me había lavado el maquillaje de la cara y sustituí mis lentes de contacto por mis gafas con montura negra. Luciendo una andrajosa camiseta y pantalones de chándal, terminando con un par de chanclas. La idea se me había ocurrido horas antes, no ser atractiva era el mejor plan. Obviamente, Justin estaría desanimado inmediatamente y detendría su ridícula persistencia. Si él estaba en busca de un amigo, entonces sería muy poca cosa para ser vista a su lado.
Carolyn bajó la ventanilla y escupió su goma de mascar.
—Eres tan obvia. ¿Por qué no rodaste en mierda de perro para completar tu atuendo?
—No estoy tratando de impresionar a nadie —le dije.
—Obviamente.
Nos detuvimos en el estacionamiento del apartamento de Christian y yo seguí a Carolyn a las escaleras. Christian abrió la puerta, riendo cuando entré. — ¿Qué te pasó a ti?
—Está tratando de no impresionar —dijo Carolyn.
Ella siguió a Christian a su habitación. La puerta se cerró y me quedé sola, sintiéndome fuera de lugar. Me senté en el sillón cercano a la puerta y me quité mis sandalias. Su apartamento era más agradable que el típico apartamento de soltero. Los posters predecibles de mujeres medio desnudas y señales de tránsito estaban en las paredes, pero aparte de eso estaba limpio, los muebles eran nuevos y el olor a ropa sucia y de cerveza no estaba presente.
—Ya era hora de que llegaras —dijo Justin, colapsando en el sofá. 

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