ULTRAMARATÓN { Capítulo 50} {9/14}

By Unknown - 13:08



—¿Podrías detenerte? —siseé tratando de tomar notas, y él metía su
lengua en mi oído.
—¿Por qué, esto te molesta?
—Está interfiriendo con mi aprendizaje, señor Bieber.
—Ese es el propósito, señorita Caldwell.
—Tendré que reportarte con Marjorie.
—Adelante. Estoy seguro de que aprobaría que tengamos una
saludable vida sexual.
Le di un buen pellizco en la pierna. —La próxima vez, estoy
pellizcando algo más.
—Quizás me gustaría.
Lo terminé ahí y volví a tomar notas.
—Usted es una mala influencia, señor Bieber —dije cuando
terminó la clase.
Asintió. —Trató de serlo, señorita Caldwell. —Saltó hacía mí y me dio
un gran beso. Escuché a alguien hacer un sonido de disgusto detrás de
nosotros.
—¿Lista para irnos?
—Seguro.
Lo acompañé a la biblioteca, donde tenía su turno, y luego volví al
apartamento.
—Dulce Jesús, ¿ella está viva? —dijo Renee mientras atravesaba de
la puerta.
—Apenas. —Durante el día, el dolor había empeorado, sobre todo
después de estar tanto tiempo sentada. Había tomado algunos
medicamentos para el dolor, pero yo todavía tenía una punzada cada vez
que me movía.
—Detalles, ahora —dijo, señalando a un extremo del sofá que no
estaba repleto de cuadernos y libros de texto.
—¿Dónde está Paul?
—Tenía un seminario geología, y no cambies de tema.
—¿Dare?
—En el trabajo. —Me senté con un mínimo de dolor—. Duele un
poco, ¿verdad?
::
Me sonrojé y asentí.
—Bien por ti. Significa que lo hiciste bien. Lloré después de mi primera
vez, pero eso es probablemente porque tenía quince años y no teníamos
idea de qué demonios hacíamos. —No podía imaginarlo—. Tú fuiste
inteligente al esperar.
—¿Cómo sabes…?
—Cariño, no soy una idiota. Tenías virgen escrito sobre ti. —Nunca les
había dicho, pero supuse que debió haber sido obvio—. Entonces, ¿cómo
fue?
—Bueno —le dije, sonriendo. Justin se habría enojado conmigo.
Bueno en realidad no era la palabra para describirlo, pero yo no quería
compartir nuestro momento especial con nadie.
—Oh, tiene que haber sido más que sólo bueno.
—Tal vez lo fue.
—Como he dicho, sólo hazme saber cuándo necesito los tapones
para los oídos. Este es tu lugar y espero que si traigo a Paul aquí, estés bien
con eso. —Tendría que estarlo.
—Por supuesto.
—Genial. —Cerró su libro con un golpe—. Estoy tan feliz por ti.
—Gracias, Nene.
—Dios, ese apodo nunca va a morir.
—Soy “nena” ahora, así que sé cómo se siente.
—Ooohh, nena. Eso es tan lindo.
—Nadie pone a la “nena” en una esquina.
—Sólo Justin.
—Ni siquiera él.
—Buena chica. Tú llevas los pantalones.
—Lo hago.
—¿Has visto a tu médico ya?
—Uh, no.
—Pero estás tomando la píldora, ¿verdad?
—Sí. —Yo tenía horribles síndromes pre-menstruales desde que era
mucho más joven, tan pronto como pude, tomé la píldora para regular mis
hormonas. Había estado tomándola durante tanto tiempo que era una
segunda naturaleza.
—Bueno, pero ten cuidado. Las infecciones del tracto urinario no son
divertidas.
—Qué asco.
—El jugo de arándano está en la nevera. Ve a ver a tu ginecólogo.
Eso es todo lo que tienes que hacer. Estoy velando por tu bienestar vaginal.
Eso me hizo sonrojar. —Gracias.
—Cuando quieras, chica.
Asintió y volvió a la tarea, como si no hubiéramos estado hablando
de mi bienestar vaginal. Hice una nota para llamar a mi médico y hacer
una cita. Nunca se puede estar demasiado segura.
Me imaginé que la tarea era una buena idea para mí también, así
que tuve un montón hecha mientras Justin estuvo fuera. Mi edredón aún
estaba húmedo, así que fui y lo tiré en el piso de lavado de abajo. Yo
todavía iba a comprar otro, porque la sangre no había salido
completamente.
Para el momento en que regresó del trabajo, era la hora de la cena
y Paul había terminado. Mase había decidido unirse a nosotros antes de ir
por Darah al trabajo.
—Así que, tenemos que hacer un anuncio —dijo Justin, agarrando
mi mano y sosteniéndola en alto para que el mundo la vea—. Estamos
juntos. ¿No es así, nena?
—Siempre y cuando dejes de llamarme nena.
—Sabes que te encanta.
—No realmente.
—Bueno, bueno, basta de ser lindos, lo entendemos —dijo Renee.
—Oh, vamos, Ne. Sé buena —dijo Paul.
—Creo que es genial. Bienvenida a la familia, Tay. —Mase me dio un
abrazo enorme—. No es que ya no fueras parte de ella, pero sé que Hope
se emocionará y Harper estará en la luna.
—Gracias.
Justin me atrajo hacia su pecho, me balanceó hacia atrás y
adelante y me dio otro beso. Era como si no pudiéramos tener suficiente el
uno del otro.

  • Share:

You Might Also Like

0 comentarios