- Chapter 98 -

By Unknown - 23:00



Maratón {8/10}

Sonreí, pero mantuve mi mirada en los platos que estaba fregando.
― Justin tendrá un tiempo duro. Va a cometer un montón de errores. Creció en torno a un montón de niños sin madre y con un solitario y malhumorado hombre viejo como padre. Todos estábamos un poco perdidos después de que Pattie murió, y creo que no ayudé a los niños hacer frente en la forma en que debía hacerlo. Sé que es difícil no echarle la culpa, pero tienes que amarlo, de todos modos, ____. Tú eres la única mujer que ha amado, además de su madre. No sé lo que voy a hacer con él si lo dejas, también.
Me tragué las lágrimas y asentí con la cabeza, incapaz de responder.
Jeremy apoyó su mano en mi hombro y apretó. ― Nunca lo he visto sonreír como lo hace cuando está contigo. Espero que todos mis hijos tengan una ____ algún día.
Sus pasos se desvanecieron en el pasillo y me agarré al borde de la pileta, tratando de recuperar el aliento. Sabía que pasar las vacaciones con Justin y su familia, sería difícil, pero no pensé que mi corazón se rompiera de nuevo. Los hombres bromearon y se rieron en la habitación de al lado mientras yo lavaba y secaba los platos, poniéndolos a un lado. Limpié la cocina y luego me lavé las manos, haciendo mi camino a las escaleras para pasar la noche.

Justin me agarró la mano. ― Es temprano, Pidge. ¿No vas a la cama, o si?
― Ha sido un día largo. Estoy cansada.
― Estábamos a punto de ver una película. ¿Por qué no bajas y pasas el rato?
Miré hacia arriba a las escaleras y luego a su esperanzada sonrisa. ― De acuerdo.
Me llevó de la mano al sofá, y nos sentamos juntos mientras pasaban los créditos de apertura.
― Apaga esa luz, Jaxon ―ordenó Jeremy. Justin pasó su brazo por encima de mí, apoyándolo sobre el respaldo del sofá. Estaba tratando de seguir fingiendo, mientras me apaciguaba. Había sido muy cuidadoso de no tomar ventaja de la situación, y me encontré en conflicto, agradecida y decepcionada. Sentada tan cerca de él, oliendo la mezcla de tabaco y su colonia, era muy difícil para mí mantener distancia, tanto física como emocional. Tal como me temía, mi decisión estaba vacilando y luché para bloquear todo lo que Jeremy había dicho en la cocina.
A mitad de la película, la puerta principal se abrió y Jason rodeó la esquina, con maletas en la mano.
― ¡Feliz Día de Acción de Gracias! ―dijo, poniendo su equipaje en el suelo.
Jeremy se levantó y abrazó a su hijo mayor, y todo el mundo, menos Justin, se puso de pie para saludarlo.
― ¿No vas a saludar a Jason? ―susurré.
No me miró mientras hablaba, mirando a su familia abrazarse y reír. ― Tengo una noche contigo. No voy a perder ni un segundo de ella.
― Hola, ____. Es bueno verte de nuevo ―sonrió Jason.
Justin me tocó la rodilla con su mano y miré hacia abajo, y luego a Justin. Al darse cuenta de mi expresión, sacó su mano de mi pierna y entrelazó sus dedos sobre su regazo.
― Uh oh. ¿Problemas en el paraíso? ―preguntó Jason.
― Cállate, Jason ―se quejó de Justin. El estado de ánimo en la sala cambió, y yo sentía todos los ojos en mí, esperando una explicación. Sonreí nerviosa y tomó la mano de Justin entre las mías.
― Estamos cansados. Hemos estado trabajando toda la noche en la comida ―dije, inclinando mi cabeza en el hombro de Justin. Miró nuestras manos y luego apretó, sus cejas tirando un poco. ― Hablando de cansado, estoy agotada ―suspiré― Voy a la cama, bebé ―miré a los demás― Buenas noches, muchachos.
― Buenas noche, hermanita ―dijo Jaden.
Todos los hermanos de Justin me desearon buenas noches y me fui por las escaleras.
― Voy a la cama, también ―oí decir a Justin.
― Apuesto a que sí ―se burló Jeydon.
― Bastardo suertudo ―se quejó Jaden.
― Hey. No vamos a hablar de tu hermana de esa manera ―advirtió Jeremy.

Mi estómago se hundió. La única familia real que había tenido en años fueron los padres de Carly, y aunque Mark y Pam habían estado pendientes de mí con verdadera bondad, eran prestados. Los seis rebeldes, mal hablados y adorables hombres de abajo me habían recibido con los brazos abiertos, y mañana les diría adiós por última vez. 

Justin cogió la puerta de la habitación antes de que yo la cerrara y luego se congeló.
― ¿Quieres que espere en el pasillo mientras te vistes para dormir?
― Voy a saltar a la ducha. Me vestiré en el baño.
Se frotó la nuca. ― Está bien. Voy a hacer una cama, entonces.
Asentí con la cabeza, haciendo mi camino hacia el baño. Me fregué fuertemente en la ducha en mal estado, centrándose en las manchas de agua y espuma para luchar contra el miedo abrumador que sentía tanto por la noche como por la mañana. Cuando volví a la habitación, Justin lanzó una almohada en el suelo en su improvisada cama. Ofreció una débil sonrisa antes de pasar por mi lado para tomar su turno en la ducha. Me metí en la cama, tirando de las sábanas hasta mi pecho, tratando de ignorar las mantas en el suelo. Cuando Justin regresó, miró a la improvisada cama con la misma tristeza que yo, y luego apagó la luz, situándose en su almohada. Estuvo en silencio por unos minutos, y luego escuché a Justin dar un miserable suspiro.
― Esta es nuestra última noche juntos, ¿no?
Esperé un momento, tratando de pensar en lo que debía decir. ― No quiero pelear, Justin. Sólo ve a dormir.
Al oírle voltear, me volví en un lado para mirarlo hacia abajo, presionando mi mejilla en la almohada. Apoyó la cabeza con su mano y me miró a los ojos.
― Te amo.

Lo observé por un momento. ― Lo prometiste.


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