- Chapter 112 -

By Unknown - 14:22



Incliné la cabeza hacia atrás, dejando el líquido fluir por mi garganta. Hice una mueca cuando el whisky quemó mi garganta y estómago. — Gracias —dije, entregándole el vaso vacío a Chris.
— Debí haber llegado a ti más rápido. Ni siquiera me di cuenta de que ella se había ido. Lo siento, __. Debí de…
— No es tu culpa, Chris. No es culpa de nadie.
— Es la culpa de Ethan, —bulló— Ese bastardo estaba jodiéndola contra la pared.
— ¡Bebé! —Dijo Carly, tirando de mí a su lado.
— Necesito otro trago —le dije.
— Yo también, —dijo Chris, volviendo a la cocina. Justin entró con una toalla envuelta en su cintura, con una lata de cerveza fría contra su ojo. Carly salió de la habitación sin decir una palabra cuando Justin se puso sus calzoncillos y luego agarró la almohada. Chris y Carly trajeron cuatro vasos esta vez, todos llenos hasta el tope con licor. Todos tragamos el whisky sin dudarlo.
— Te veré en la mañana —dijo Carly, besando mi mejilla. 
Justin tomó mi copa, colocándola en la mesita de noche. Él me miró un momento y luego se acercó a su armario, tirando de una camiseta de la percha y arrojándola a la cama.
— Siento ser un cabrón —dijo, sosteniendo la cerveza contra su ojo.
— Tienes un aspecto horrible. Te sentirás como una mierda mañana.
Él negó con la cabeza, disgustado. — ____, fuiste atacada esta noche. No te preocupes por mí.
— Es difícil no hacerlo cuando tu ojo está tan inflamado, —le dije, situando su camisa sobre mi regazo.
Su mandíbula se tensó. — Esto no hubiera pasado si te hubiese dejado con Drake. Pero sabía que si te preguntaba, vendrías. Quería demostrarle que aún eres mía, y después saliste lastimada.
Las palabras me tomaron por sorpresa, como si no lo hubiera oído bien. — ¿Por eso me preguntaste que te acompañara esta noche? ¿Para probarle un punto a Drake?
— Algo así —dijo, avergonzado. La sangre abandonó mi rostro. Por primera vez desde que nos conocimos, Justin me había engañado. Yo había ido a Hellerton con él pensando que él me necesitaba, pensando que a pesar de todo, estábamos de vuelta a donde estábamos antes. No era más que una bebida hidratante, él había marcado su territorio, y yo se lo había permitido. Mis ojos se llenaron de lágrimas. — Fuera de aquí.
— Pigeon —dijo, dando un paso hacia mí.
— ¡FUERA! —Dije, cogiendo la copa de la mesita de noche y arrogándosela. Se agachó, y ésta se estrelló contra la pared en cientos de fragmentos pequeños— Te odio.
Justin exhaló como si el aire hubiese sido eliminado de él y con una expresión de dolor, me dejó sola. Me deshice de mi ropa, tirando su camiseta sobre mi cabeza. El ruido que abandonó mi garganta me sorprendió. Había pasado un largo tiempo desde que sollozaba incontrolablemente. Después de unos momentos, Carly entró en la habitación. Ella se metió en la cama y envolvió sus brazos alrededor de mí. No me hizo preguntas o trató de consolarme, sólo me sostuvo mientras dejaba que las lágrimas se estrellaran contra la almohada.

Justo antes de que el sol se abriera paso en el horizonte, Carly y yo silenciosamente dejamos el apartamento. No hablamos camino a Morgan y yo estaba agradecida por el silencio. Yo no quería hablar, yo no quería pensar. Sólo quería bloquear las últimas doce horas, mi cuerpo se sentía pesado y adolorido como si hubiese estado en un accidente de autos. Cuando entramos a mi habitación, vi que la cama de Khloe estaba hecha.
— ¿Me prestas tu alisadora de cabello?
— Carly, estoy bien. Ve a clases.
— No, no estás bien. No quiero dejarte sola ahora.
— Eso es todo lo que quiero en el momento.
Ella abrió su boca para discutir, pero suspiró. No cambiaría mi opinión. — Vendré a verte después de clases. Descansa.
Asentí, cerrando la puerta tras de ella. La cama chilló debajo de mi cuando me deje caer sobre ella en un ata que de rabia... todo el tiempo creí que era importante para Justin; que él me necesitaba pero en ese momento, me sentí como el brillante juguete que Drake dijo que era. Él quería probarle a Drake que aún era suya. Suya.
— No soy de nadie —dije a una habitación vacía. Cuando las palabras se acentuaron. Estaba abrumada por el dolor que había sentido la noche anterior. No le pertenecía a nadie. Nunca me sentí más sola en mi vida.

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