- Chapter 95 -

By Unknown - 22:51


Maratón {5/10}


― Papá preguntaría por qué, y no estoy dispuesto a hablar con él sobre eso. Nunca podré sacarme de la cabeza lo estúpido que soy. Por favor, ven, Pidge.
― Tengo que poner el pavo a las seis de la mañana. Tendríamos que salir de aquí alrededor de las cinco…
― O podríamos quedarnos allí.
Mis cejas se alzaron. ― ¡De ninguna manera! Ya es bastante malo que vaya a tener que mentirle a tu familia y pretender que todavía estamos juntos.
― Te comportas como si te estuviera pidiendo prenderte en fuego.
― ¡Deberías haberles dicho!
― Lo haré. Después de Acción de Gracias… les diré.
Suspiré, mirando a otro lado. ― Si me prometes que este no es un truco para tratar de volver a estar juntos, yo lo haré.
Él asintió con la cabeza. ― Te lo prometo.
A pesar de que estaba tratando de ocultarlo, podía ver una chispa en sus ojos. Apreté los labios, tratando de no sonreír. ― Te veré a las cinco.
Justin se inclinó para besar mi mejilla, sus labios persistentes en mi piel. ― Gracias, Pigeon.

* * *
Carly y Chris me encontraron en la puerta de la cafetería y entramos juntos. Tiré la vajilla de su soporte y luego dejé caer mi plato sobre la bandeja.
― ¿Qué te pasa, ____? ―preguntó Carly.
― No voy a ir con ustedes mañana.
La boca de Chris cayó abierta. ― ¿Vas a ir donde Bieber?
Los ojos de Carly se lanzaron a los míos. ― ¿Tú qué?
Suspiré y le entregué mi dinero a la cajera. ― Le prometí a Justin que iría cuando estábamos en el avión, y él les dijo a todos que yo estaría ahí.
― En su defensa ―comenzó Chris― él realmente no creía que ustedes iban a romper. Pensó que volverías. Era demasiado tarde en el momento en que se dio cuenta de que ibas en serio.
― Eso es mentira, Chris y lo sabes ―hirvió Carly― No tienes que ir si no quieres, ____.
Ella estaba en lo cierto. No era como si yo no tuviera otra opción. Pero no podía hacerle eso a Justin. Ni siquiera si lo odiaba. Y no lo hacía.
― Si no voy, va a tener que explicarles por qué no me presenté, y no quiero arruinar su Acción de Gracias. Todos están volviendo a casa pensando que voy a estar ahí.
Chris sonrió ―Realmente les gustas a todos, ___. Jeremy estaba hablando con mi padre acerca de ti el otro día.
― Genial ―murmuré.
― ____ tiene razón, bebé ―dijo Chris― Si ella no va, Jeremy pasará el día quejándose con Justin. No hay sentido en arruinar su día.
Carly puso su brazo alrededor de mis hombros. ― Todavía puedes venir con nosotros. Ya no estás con él. No tienes que continuar salvándolo.
― Lo sé, Carly. Pero es lo que hay que hacer.

* * *
El sol se fundió en los edificios fuera de la ventana, y me paré en frente de mi espejo, cepillándome el pelo mientras trataba de decidir cómo iba a fingir con Justin. ― Es sólo un día, ___. Puedes manejar un día ―le dije al espejo. Fingir nunca había sido un problema para mí, es por lo que iba a pasar cuando estuviésemos fingiendo por lo que estaba preocupada. Cuando Justin me dejara después de la cena, iba a tener que tomar una decisión. Una decisión que podría estar sesgada por una falsa sensación de felicidad que se presentaría para su familia.
Toc, toc. 
Di media vuelta, mirando hacia la puerta. Khloe no había vuelto a la habitación en toda la noche, y sabía que Carly y Chris ya estaban en la carretera. No me podía imaginar quién podría ser. Puse mi cepillo sobre la mesa y abrí la puerta.
― Justin ―suspiré.
― ¿Estás lista?
Levanté una ceja. ― ¿Lista para qué?
― Dijiste que te recogiera a las cinco.
Crucé los brazos sobre mi pecho. ― ¡Quise decir cinco de la mañana!
― Oh ―dijo Justin, parecía decepcionado― Creo que debería llamar a papá y hacerle saber que no vamos a estar ahí después de todo.
― ¡Justin! ―Gemí.
― Traje el coche de Chris, así que no tenemos que lidiar con las maletas en la moto. Tienen un dormitorio disponible en el que puedes dormir. Podemos ver una película o…
― ¡No me quedo en casa de tu padre!
Su cara cayó. ― Está bien. Yo eh… te veré en la mañana.
Dio un paso atrás y cerré la puerta, apoyada contra ella. Todas las emociones que tenía se mesclaron dentro y fuera de mi interior, y lancé un suspiro de exasperación. Con la expresión decepcionada de Justin fresca en mi mente, abrí la puerta y salí, vi que estaba caminando lentamente por el pasillo, marcando su teléfono.
― Justin, espera ―giró y la mirada esperanzada en sus ojos hizo que me doliera el pecho― Dame un minuto para empacar algunas cosas.
Una sonrisa de alivio, agradecida, se dibujó en su cara y me siguió hasta mi habitación, mirándome meter un par de cosas en una bolsa frente a la puerta.
― Todavía te amo, Pidge.
No levanté la vista. ― No lo hagas. No estoy haciendo esto por ti.

Él contuvo el aliento. ― Lo sé.

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