{Capítulo 59} Maratón Final 1/4

By Unknown - 18:58



Llegamos antes que Tawny a la audiencia, pero mi mamá ya estaba
allí. Me agarró y me dio un abrazo antes de que pudiera decir algo.
—Gracias por venir, Justin. No sabes lo bien que me hace sentir que
tiene a alguien para apoyarla cuando no puedo estar aquí.
—Gracias, Blaire.
Mamá miró su reloj. —Lo juro, tu hermana va a llegar tarde a su
propio funeral. —Dos segundos más tarde, Tawny vino corriendo, saltando
en un pie para poder ajustar sus talones que se habían resbalado.
—Estoy aquí, estoy aquí. Sabes que siempre llego tarde.
—Lo hacemos —dijimos mamá y yo.
Había otra gente hablando alrededor, y vi al señor Woodward.
Había un hombre hablando con él, y agarré la mano de Justin.
—¿Mamá? ¿Lo invitaste?
—Tu padre tiene todo el derecho de estar aquí, Kid.
Papá levantó la vista y se encontró con mis ojos. No lo había visto en
casi un año. Se veía más viejo, más cansado. Reconocí mis rasgos en su
rostro, y era sorprendente lo mucho que me parecía a él. Nunca me había
dado cuenta de cuánto.
—¿Ese es tu papá? —susurró Justin en mi oído.
—Sí.
—Tienes su nariz.
—Estoy al tanto.
Papá se acercó lentamente, como si no pudiera creer que yo
estaba aquí. Estaba vestido con un traje rápido. No lo había visto en traje
desde años y años.
—Hola, Kid.
::
—Hola, papá. —Él fue el primero de la familia en comenzar a
llamarme así. Justin trató de soltar mi mano, pero no se lo permití.
—Te ves tan mayor.
—Sí, es lo que está destinado a suceder.
—¿Cómo estás? He intentado llamar pero… —Se encogió de
hombros.
—He estado ocupada con la escuela y esas cosas.
—Hola, papá —dijo Tawny, dándole un abrazo. Tenían una relación
mucho más estrecha y hablaban regularmente.
—Hola, Tawn. ¿Estás bien?
—Sólo quiero terminar con esto.
—Lo harán bien. Ambas. —Me miró, vi sus ojos deslizándose en
Justin. Maldición, iba a tener que presentarlos.
—Papá, este es Justin. Justin, papá.
Se estrecharon las manos e intercambiaron la cosa normal de papá-
conoce-a-novio. Estaba a punto de volverse incómodo cuando el señor
Woodward dijo que teníamos que sentarnos.
—Más que las estrellas —dijo Justin, dándome un beso en la frente—
. Estaré esperando. Dale el infierno.
—Lo haré.
Nuestras manos se separaron y tuve que darme la vuelta para
alejarme de él. Eché una última mirada por encima del hombro,
sosteniendo el collar que me había dado para mostrarle que él venía
conmigo, aunque físicamente no podía estar allí.
Entrar en el palacio de justicia fue como entrar a través de un espejo
en otro espacio y tiempo. Sentía como si tuviera doce otra vez, sólo que
esa vez sostenía la mano de mi madre en una mano y en la otra la mano
de mi padre.
Tawny caminó detrás de mí esta vez, mamá en el frente y papá
como retaguardia.
Los bancos de madera eran los mismos; el largo, las altas ventanas
heladas eran las mismas. El crujido en la planta antigua fue la misma.
Vi la madre de Travis, el hermano y su padrastro sentados en su lado
de la sala, junto con una chica que no reconocí. Su abogado estaba allí,
::
pero no Travis. Cinco personas estaban sentadas en la tribuna del jurado,
por lo que debe ser la junta de libertad condicional.
Había otras personas allí, y asumí que también eran parte del
proceso. Un zumbido suave de conversaciones llenó la habitación, pero
también podría haber sido gente gritando. Tawny tuvo que empujarme
para que siguiera caminando.
Me senté en el banco de madera que probablemente había
apoyado a miles de traseros en su vida. Traté de pensar, pero mi cabeza
estaba en blanco. Tawny se sentó junto a mí, y tomó mi mano, clavando
sus uñas en mi palma.
—Oye —dijo.
—Estoy aquí.
—Bien. Él no es nada. No puede herirte, ni a mí. No va a lastimar a
nadie más otra vez, ¿entiendes? Sólo tienes que contar nuestra historia.
—Está bien.
Una puerta lateral se abrió y Travis entró. Oí la inhalación brusca de
Tawny. O quizás fui yo.
El hombre que entró en la sala del tribunal no era el mismo
muchacho que casi había violado a mí y a mi hermana.
Este hombre era mayor, más delgado, y tenía una mirada hueca y
poco saludable en él. Se veía mucho más sucio, también. Travis siempre
había estado bien afeitado.
El director anunció que la audiencia estaba a punto de comenzar, y
me preparé. Sabía que iba a pasar mucho tiempo antes de que me
permitieran hablar. Parte de mí deseaba que nos dejaran sentarnos afuera,
traernos a hablar y entonces llevarnos afuera otra vez.
Travis movió su cabeza y me miró. Me miró a los ojos y lo mantuvo.
Bueno, una cosa no ha cambiado. Todavía no hay nada detrás de ellos.
Sólo el vacío. El mismo vacío que había visto aquella noche que se sentía
como si fuera ayer y miles de años atrás al mismo tiempo.
Con eso, comencé a ver la sala. Hubo entrevistas con la familia de
Travis, hablaban de cómo él estaba arrepentido de lo que había hecho y
que tenía un plan para su vida, y así sucesivamente. La extraña chica
resultó ser su novia, que lloró y siguió diciendo Dios sabe qué. Su abogado
habló y el superintendente de la prisión habló, y eso fue todo, hablar,
hablar, hablar.
::
No escuché nada de eso.
Estaba pensando en despertar en los brazos de Justin. Pensaba en
hacer los planes de boda con Megan. Pensaba en bailar toda la noche
con Darah y Renee. Pensaba sobre de ir de compras con Tawny.
Llené mi cabeza con cosas tan bellas que las cosas feas se hicieron a
un lado.
Y entonces, era nuestro turno para hablar. Tawny fue primero, y volví
de mis pensamientos para escuchar.
—No tengo mucho que decir, así que lo mantendré corto, pero no
dulce. No lo hago dulce. No lo he hecho dulce desde que este… animal,
trató de salirse con la suya conmigo y luego cuando mi hermanita nos vio,
trató de ayudarme, él fue por ella. Ésta persona, no lo llamo hombre,
porque ningún hombre le haría eso jamás a una mujer, trató de violarme y
a mi hermana pequeña. Mi hermanita. Piensa sobre eso. Trató de violar a
una niña. No se merece salir antes, no importa lo que les diga. Es un
mentiroso aprobado y no ha tomado responsabilidad por sus acciones.
Travis —dijo, dándose vuelta para mirarlo directamente—, desde este día
en adelante, por el resto de mi vida, no pensaré en ti otra vez. No mereces
un espacio en mi mente. Te olvidaré, porque mereces ser olvidado. ¿Cuál
era tu nombre? Gracias. —Ella se sentó, y podía sentir sus temblores. La
tomé de la mano y me dio un pequeño abrazo.
—Tu turno, Kid. Tú puedes.
Me puse de pie y casi tropiezo cuando caminé alrededor de todos
los pies para llegar al podio. ¿O era un atril? Detente, cerebro.
Desplegué mi papel y me aclaré la garganta. Las palabras nadaban
en frente de mí y de repente no podía leer. Me agaché y me apoderé del
collar de Justin. Me quedé mirando a cada persona de la junta de
libertad condicional. Tres mujeres, dos hombres. Tenía que hacerlos
entender.
Más que las estrellas.
—Cuando tenía doce, fui casi violada por este hombre. Travis Moore.
Me dijo que me mataría si alguna vez lo decía. Bueno, sigo viva, y se los
digo ahora. Travis Moore trató de violarme, y a mi hermana. Mientras que
la violación no es un crimen tan serio como un asesinato, de alguna forma
es un asesino. Mató a la niña feliz que una vez fui. —Hice una pausa y
saqué una foto mía, tomada cuando tenía doce. Tenía una gran sonrisa en
mi cara y mi papá me hacía cosquillas. Mamá la había tomado sólo unos
meses antes de lo ocurrido.
::
—¿Ven a ésta niña? Se fue. Travis la mató. Cuando esa niña murió,
una nueva nació. Una persona enojada y amargada quien tenía miedo de
cada hombre que veía. Asustada de que a la vuelta de una esquina
alguien la atacara. Asustada de darle su corazón a alguien que pudiera
herirla. Pasé horas y horas en terapia y rompí probablemente un montón
de dólares de china, muebles y una computadora por esa cosa de ahí.
Pero, ¿sabes qué? Ya no te tengo miedo. No puedes perseguir mis sueños.
—Estaba temblando, pero miré a Travis, al igual que Tawny.
—Encontré a alguien que me ame, a pesar de ser una chica
enojada y amargada. Él me recuerda la chica que una vez fui, y juntos,
está ayudando a sanar lo que tú rompiste esa noche. Como Tawny, desde
este día en adelante, no pensaré en tu nombre, no me imaginaré tu cara y
te borraré de mi vida. Ya no tienes ningún poder sobre mi capacidad de
amar. ¿Sabes qué? El amor es mucho más poderoso que el odio. Solía
odiarte, pero es más fácil amar. Y es algo que nunca vas a entender. —Sus
ojos vacíos me miraban, pero no me importaba. Una extraña especie de
poder se había hecho cargo de mí y casi le sonreí.
—Espero que al compartir mi historia, pueda darles una ventana de
lo que esta persona es en realidad. ¿Dejarán a una persona libre que
puede hacerles lo mismo a sus hijas? ¿Sus hermanas? ¿Sus sobrinas?
Consideren si yo fuera su hija. ¿Qué harían? Les pido que consideren esto
cuando tomen su decisión. Gracias.
La habitación estaba en silencio, excepto por una tos y una excusa
del abogado de Travis.
—Estuviste genial, Kid —dijo Tawny.
Floté en una nube de victoria por el resto de la audiencia. Incluso lo
miré un par de veces, pero no lo miré a los ojos otra vez. Una mierda a eso.
La junta se fue a deliberar, pero yo no lo llamaría así. Todos fuimos
excusados y fui a la puerta lo más rápido que pude. Quería ver a Justin.
Lo que vi no era sólo a Justin. Estaba Justin, Megan, Darah, Renee,
Paul y Mase.
—¿Qué están haciendo aquí? —dije, parando en seco.
—Estamos aquí para apoyarte, Missy. ¿Por qué otra cosa estaríamos
aquí? —Justin levantó los brazos, y me arrojé en ellos.
—Te amo demasiado, Justin Aaron Bieber.
—Te amo también, _____ Elizabeth Caldwell.
Lo olí y nunca quería dejarlo ir.
::
Finalmente me aparté, pero mantuvo sus manos entre las mías.
—No puedo creer que estás aquí.
—Me escribes una nota por salir del laboratorio, por cierto —dijo
Renee—. Perdí castrar una rata por esto. —Sonaba molesta.
—¿De nada?
—Sé amable, Ne —dijo Paul, su voz llena de moco. Se veía como la
mierda y probablemente se sentía peor, pero estaba aquí.
—¿Qué? Esperaba ese laboratorio. Pero eres más importante, Tay —
dijo Renee.
—No le hagas caso —dijo Darah.
—No lo hago normalmente.
—¿Alguno de tus amigos, _____? —dijo mamá.
—Sí, conociste a Justin, y ella es Darah y Renee, Paul, y el primo de
Justin, Mase. Ya conoces a Megan. —Se conocieron cuando la llevé a
casa para pasar el rato un fin de semana así que podía estar fuera del
campus y ella pudo escapar de los chicos en su departamento.
—Hola, Blaire —dijo Megan, dándole un abrazo—. Jake iba a estar
aquí, pero tenía un examen del que no podía salir. Lo intentó mucho.
—Está bien. Es más que suficiente que estés aquí —dije.
—Es lindo verte otra vez. Ha sido un tiempo —dijo mamá.
Quería decirle a mamá sobre el compromiso de Meg, pero no era el
lugar adecuado. Justin desde atrás puso sus brazos alrededor de mí y
apoyó su barbilla en mi cabeza.
—Así que, ¿estás lista?
—Sí. Me levanté y hablé y no me desmayé. Sólo espero que me
crean.
—Fue increíble —dijo Tawny.
—También tú —dije.
Justin me dejó ir así podía abrazarla, y terminé abrazando a todo el
mundo y luego hicimos un enorme abrazo grupal que nos hizo reír. Yo en
cambio, tenía muchas ganas de llorar.
Todos estaban aquí por mí y mi familia. Ni siquiera se los pedí, y
vinieron corriendo. De alguna manera, a pesar de que era un poco
amargada y enojona, todas estas personas habían decidido que era
::
digna de su amor. Cualquiera de ellos estaba dispuesto a mirar más allá de
todo, o quizás no estaba tan jodida como pensaba.
O quizás era un poco de ambos.
—¿Cuánto tiempo tienen para decidir? —dijo Paul.
—No tengo idea. Supongo que sólo nos queda esperar y ver —dije.
—¿Por qué no vamos al final del pasillo? Hay una sala de espera si
quieren ponerse cómodos —dijo el señor Woodward, sutilmente nos está
diciendo que salgamos del pasillo.
Todos fuimos a la sala de espera, y fue como si ese día de alguna
manera se convirtió en una fiesta. Tuve que presentar a papá a todo el
mundo, e incluso le permití que me diera un abrazo y un beso en la mejilla.
—Estoy tan orgulloso de ti —dijo.
—Gracias, papá.
—Deberías venir a verme en tu descanso. Tengo un gran pequeño
rincón genial para leer. Podrías traer a Justin, si quieres. —Levanté la vista
para decirle que estaba ocupada y que lo consideraría, pero su cara tenía
tanta esperanza que no pude.
—Claro, papá. Es un plan.
—Te amo, Kid.
—Te amo, también. —No había dicho estas palabras a mi padre
desde que tenía al menos cinco años. Se sentía bien.
Pasamos las siguientes dos horas esperando y hablando. Todos
estábamos muriendo de hambre, pero no creía que fuera apropiado traer
comida. Todos coincidíamos que luego iríamos a cenar, iba a estar con
Justin y comeríamos panqueques. No importa que pasara.
Honestamente, cuando me puse a pensar en ello, no me importaba
que lo dejaran salir. Ya no podía herirme. Era una revelación que había
tenido durante tantos años, pero sólo faltaba el momento en que viniera.
Lo hice un secreto y él era esta gran cosa imposible que nunca pude
dominar.
Pero lo dominé. Terminé de ser una víctima. Era tiempo de tomar las
riendas de mi vida en lugar de que algo que pasó en mi vida la condujera
por mí. Muchas personas me habían dicho lo mismo, cientos de veces. Era
algo que tenía que aprender por mí misma.
Un empleado finalmente llegó y nos dijo que estaban listos.
::
Cuando volvimos de vuelta a la sala de audiencias por la decisión,
sostuve mi cabeza alta y mantuve una sonrisa en mi cara. Fuera de la
habitación había un mundo maravilloso y no podía esperar para ser parte
de el. Y los panqueques. Realmente quería algunos panqueques.
Sostuve la mano de Tawny mientras esperábamos que anunciaran la
decisión. Uno de los miembros de la junta, una mujer con el pelo liso negro
y unos lentes, se levantó y contuve el aliento.

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