- Chapter 87 -

By Unknown - 13:06




— Ya he hecho todo lo que puedo, _____.
Asentí, sabiendo que ya había exigido mucho. — Gracias por dejarme quedar.
— Tal vez le puedo decir a mi padre que hable con Benny por ti.
— Es el desastre de Mick, voy a pedirle que él se encargue del resto.
Jesse negó con su cabeza. — Tú sabes que eso no pasará, Cookie, no importa cuánto tengas, si hace falta algo de lo que él debe, Benny enviará a alguien. Tú mantente tan lejos de él como puedas.
Sentí que mis ojos quemaban. — Tengo que tratar.
Jesse se acercó, y habló en voz baja: — Consigue un avión, _____. ¿Me escuchaste?
— Te escuché. —dije toscamente. Jesse suspiró, y sus ojos se llenaron de compasión. Me envolvió en sus brazos y besó mi cabello. — Lo siento. Si mi trabajo no estuviese en juego, tú sabes que trataría de hacer algo.
Asentí, alejándome de él. — Lo sé. Hiciste lo que pudiste.
Elevó mi mentón con su dedo. — Te veré mañana a las cinco. —Bajó su cabeza y depositó un beso en la esquina de mi boca, y luego se fue sin decir una palabra. Miré a Carly, quien estaba observando a Justin. No me atreví a encontrarme con sus ojos; no podía imaginar que tan enojada era la expresión en su rostro.
— ¿Qué es a las cinco? —dijo Justin, su voz teñida con enojo mal disimulado.
— Ella estuvo de acuerdo en cenar con Jesse si él la dejaba quedarse. No tenía opción Justin. —dijo Carly. Podía deducir por el tono de precaución de su voz que Justin estaba más que enojado, lo miré y él me fulminó con la mirada con la misma expresión de traición que Mick tenía en su rostro la noche en que se dio cuenta que yo había tomado su suerte.
— Tenías una opción.
— ¿Alguna vez has tratado con la mafia, Justin? Lo siento si tus sentimientos están heridos, pero una comida gratis con un viejo amigo no es un precio alto que pagar para mantener a Mick vivo.
Podía ver que Justin quería arremeter contra mí, pero no había nada que él pudiera decir.
— Vamos chicos, tenemos que encontrar a Benny. —dijo Carly, tirando de mi brazo. Justin y Chris nos siguieron en silencio mientras caminábamos hacia al edificio de Benny.

El tráfico—de personas y carros—en la vía estaba empezando a concentrarse. Con cada paso que daba, me sentía enferma, sentía un vacío en mi estómago, mi mente corriendo, pensando en un argumento lo suficientemente convincente para hacer entrar a Benny en razón. Para cuando tocamos la gran puerta verde que había visto tantas veces, no tenía nada en mente. No era una sorpresa ver al enorme guardián, negro, atemorizante, y tan ancho como era de alto, pero yo estaba aturdida de ver a Benny detrás de él.
— Benny. —Respiré
— Vaya, vaya… ya no eres de Lucky Thirteen, ¿cierto? Mick no me dijo lo llamativa que te has convertido. He estado esperando por ti, Cookie. He oído que tienes un pago para mí.
Asentí y Benny hizo un gesto hacia mis amigos. Alcé mi mentón para fingir confianza. — Ellos están conmigo.
— Me temo que tus acompañantes tendrán que esperar afuera. —dijo el guardián en un anormal tono bajo.
Justin me tomó del brazo inmediatamente. — Ella no va entrar sola, voy con ella.
Benny observó a Justin. Cuando Benny alzó la vista a su guardián y las esquinas de su boca se elevaron, me relajé un poco. — Es lo suficientemente justo. —dijo Benny— Mick estará contento de saber que tienes a tan buen amigo.

Lo seguí adentro, volviéndome para ver la mirada preocupada en la cara de Carly. Justin mantuvo firme su agarre en mi brazo, manteniéndose a propósito entre el guardián y yo. Seguimos a Benny a un ascensor, ascendiendo cuatro pisos en silencio y luego las puertas se abrieron. Un gran escritorio de caoba yacía en el medio de una vasta habitación. Benny cojeó hasta alcanzar una silla y sentarse, gesticulando hacia nosotros para que tomáramos las dos sillas vacías enfrente del escritorio. Cuando me senté, el cuero se sentía frío debajo de mí, y me pregunté cuánta gente se habría sentado en la misma silla, momentos antes de su muerte.
Estiré mi mano para coger la de Justin y él me dio un apretón tranquilizador.
— Mick me debe veinticinco mil, confío en que tienes la cantidad completa. —Dijo escribiendo algo en una libreta de notas.
— En realidad —hice un pausa aclarándome la garganta— me faltan cinco mil, Benny, pero tengo todo el día de mañana para conseguirlos, y cinco mil no es un problema ¿Cierto? Tú sabes que soy buena para eso.
— ______ —dijo Benny, ceñudo— me decepcionas, conoces mis reglas mejor que eso.
— Por… Por favor Benny, te estoy pidiendo que tomes los diecinueve mil y tendré el resto para ti mañana.
Los ojos de Benny iban de Justin a mí y viceversa. Ahí fue cuando note el par de hombres que salieron de las esquinas más oscuras de la habitación. El agarre de Justin en mi mano se hizo más fuerte, contuve el aliento.
— Tú sabes que no tomo nada a menos de que sea la cantidad completa. El hecho de que estés tratando de darme menos de lo que es me dice algo. ¿Sabes lo que me dice? Que tú no estás segura de que puedas obtener la cantidad completa.
Los hombres que estaban en las esquinas se movieron otro paso hacia adelante. — Puedo obtener tu dinero Benny. —Me reí nerviosamente— Gané nueve mil en seis horas.
— Entonces me estás diciendo que me traerás nueve mil en las próximas seis horas. —Benny nos sonrió diabólicamente.
— El plazo es hasta la medianoche mañana. —dijo Justin, mirando detrás de nosotros y luego a los hombres que se aproximaban.
— ¿Qué estás haciendo Benny? —Pregunté, mi postura rígida.
— Mick me llamó anoche. Dijo que te estabas encargando de su deuda.
— Le estoy haciendo un favor. Yo no te debo dinero. —dije severamente, mis instintos de supervivencia tomando vida. Benny apoyó sus rechonchos codos llenos de grasa en su escritorio. — Estoy considerando enseñarle a Mick una lección, además estoy curioso de ver cuán suertuda eres.
Justin se levantó de su silla tirando me mí con él. Me llevó detrás de él, retrocediendo hasta la puerta.
— Josiah está afuera de la puerta, chico. ¿A dónde piensas que vas a escapar?
Estaba equivocada. Cuando estaba pensando en persuadir a Benny para que viera la razón, debía haber anticipado el deseo de Mick de sobrevivir, y la afición de venganza de Benny.
— Justin —Le advertí, viendo como los secuaces de Benny se acercaban a nosotros. Justin me empujó unos cuántos pies detrás de él y permaneció de pie.
— Espero que sepas, Benny, que cuando me deshaga de tus hombres, no quiero ser irrespetuoso, claro está. Pero estoy enamorado de esta chica, y no puedo dejar que la lastimes.

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