- Chapter 81 -

By Unknown - 21:06



Me di la vuelta y sonreí, echando mis brazos alrededor de su cuello. Él se pegó a mí y saqué su camisa de sus pantalones, deslizando mis manos por su espalda, presionando mis dedos en sus fuertes músculos y tuve que sonreír al oír el ruido que él hizo cuando probé su cuello.
— Jesús, Pigeon, me estás matando —dijo, agarrando el dobladillo de la falda, tirándola hacia arriba lo suficiente para acariciar mis muslos con sus dedos.
— Creo que sabemos lo que es la atracción sexual. —se burló Sania detrás de nosotros. Carly se dio la vuelta, dirigiéndose hacia Sania en pie de guerra. Chris la sostuvo justo a tiempo.
— ¡Dilo otra vez! —dijo Carly — ¡Te reto, perra!
Sania se escondió detrás de su novio, sorprendida por la amenaza de Carly.
— Será mejor que le pongas un bozal a tu cita, Brad —Justin advirtió.

Dos canciones más tarde, el cabello detrás de mi cuello estaba pesado y húmedo. Justin besó la piel justo debajo de mi oreja. — Vamos, Pidge. Necesito un cigarrillo. —Él me llevó por las escaleras y luego agarró el abrigo antes de guiarme al segundo piso. Salimos al balcón para encontrar a Drake y a su cita. Ella era más alta que yo, su corto y oscuro cabello estaba recogido hacia atrás con un solo broche. Me di cuenta de sus tacones de aguja puntiaguda de inmediato, con su pierna enganchada alrededor de la cadera de Drake. Ella estaba con su espalda contra la pared de ladrillo, y cuando Drake nos vio, él sacó su mano debajo de la falda de la chica.
— _____ —dijo, sorprendido y sin aliento.
— Hola, Drake —le dije, reprimiendo una sonrisa.
— Cómo, eh… ¿cómo has estado?
Le sonreí cortésmente. — Genial. ¿Y tú?
— Uh —miró a su cita— ____ ésta es Amber. Amber… _____.
— ¿___ ___? —Preguntó. Drake dio una rápida inclinación de cabeza, incómodo. Amber me estrechó la mano con una mirada de disgusto en su rostro, y luego sus ojos viajaron a Justin como si acabase de encontrarse con el enemigo.
— Amber —advirtió Drake. Justin se echó a reír una vez y luego abrió las puertas para dejarlos caminar. Drake tomó la mano de Amber y entraron a la casa.

— Eso fue… extraño —dije, sacudiendo la cabeza mientras crucé los brazos, apoyándome en la barandilla. Hacía fría y sólo había un puñado de parejas a fuera.
Justin era todo sonrisas. Ni siquiera Drake podría estropear su estado de ánimo. — Al menos dejó de tratar de ganarte de vuelta.
— No creo que él haya estado tratando de tenerme de vuelta tanto como tratando de mantenerme lejos de ti.
Justin arrugó la nariz. — Llevó a casa a una sola chica una vez. Ahora se comporta como si hubiera hecho un hábito recoger y salvar a cada estudiante de primer año que he bolseado.
Le lancé una mirada irónica desde la esquina de mi ojo. — ¿Alguna vez te he dicho lo mucho que detesto esa palabra?
— Lo siento —dijo, tirando de mí a su lado. Encendió su cigarrillo y aspiró profundamente. El humo que sopló era más espeso que de costumbre, mezclándose con el aire de invierno. Volteó su mano y lo miró su muñeca
— ¿Qué tan extraño es que este tatuaje no es sólo mi nuevo favorito, pero que también me hace sentir en paz al saber que está ahí?
— Muy extraño. —Justin levantó una ceja y me reí— Estoy bromeando. No puedo decir que lo entiendo, pero es muy dulce… al estilo, Justin Bieber.
— Si se siente tan bien que esté en mi brazo, no puedo imaginar cómo se sentirá el poner un anillo en tu dedo.
— Justin…
— En cuatro años, o tal vez cinco. —agregó.
Tomé un respiro. — Tenemos que tomarnos las cosas con calma. Muy, muy en calma.
— No empieces esto, Pidge.
— Si seguimos a este ritmo, estaré descalza y embarazada antes de graduarme. No estoy lista para mudarme contigo, no estoy lista para un anillo, y definitivamente no estoy lista para sentar cabeza.
Justin tomó mis hombros y me dio vuelta para mirarlo de frente. —Esto no es el 'creo que debemos ver a otras personas' ¿verdad? Porque no te voy a compartir. De ninguna jodida manera.
— No quiero ver a nadie más. —le dije, exasperada. Él se relajó y liberó mis hombros, agarrándose de la barandilla.
— ¿Qué estás diciendo, entonces? —Preguntó, mirando hacia el horizonte.
— Estoy diciendo que tenemos que llevar las cosas con calma. Eso es todo lo que estoy diciendo.
Él asintió con la cabeza, claramente infeliz. Toqué su brazo. — No te enfades.
— Parece que damos un paso adelante y dos pasos hacia atrás, Pidge. Cada vez que pienso que estamos en la misma página, levantas un muro. No lo entiendo… la mayoría de las chicas están acosando a sus novios para que se lo tomen en serio, para que hablen sobre sus sentimientos, para que den el siguiente paso…
— ¿Creo que ya habíamos establecido que yo no formo parte de la mayoría de las chicas?
Dejó caer su cabeza, frustrado. — Estoy cansado de adivinar. ¿Hasta dónde ves esto, ____?
Presioné mis labios contra su camisa. — Cuando pienso sobre mi futuro, tú estás en él.

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