- Chapter 122 -

By Unknown - 15:31


Sentí otra esquina de una puerta, y cuando la travesé un hilo de luz brillo ante mí. La luz de luna se filtraba a través del vidrio de la ventana y un sollozo formo su camino a través de mi garganta
— ¡J-Jey, está aquí! —Grite detrás de mí— ¡JEYDON!
Entrecerré mis ojos, viendo un pequeño movimiento en la distancia — ¿Jey?— llame mi corazón latía violentamente en mi pecho. Con el paso del tiempo las sombras parpadeaban en las paredes. Y mis ojos se abrieron con horror cuando me di cuenta que lo que pensaba que eran personas eran en realidad llamas.
— Oh dios mío— dije mirando a la ventana. Justin la había cerrado después de entrar, y estaba muy alta para que yo la alcanzara. Mire a mi alrededor buscando algo en que pararme, la habitación estaba llena de madera cubierta con sabanas. Las mismas sabanas que alimentarían el fuego hasta que toda la habitación se convirtiera en un infierno. Agarre un pedazo de tela blanca, quitándola de un escritorio. El polvo se alboroto a mí alrededor, mientras tiraba la sabana al suelo y arrastraba la enorme madera hacia el espacio vacío bajo la ventana. La empuje contra la pared y la escale, tosiendo con el humo que se abría paso a la habitación. La ventana aun estaba a unos metros debajo de mí. Gruñí tratando de empujarla para abrirla, torpemente girando la cerradura de un lado a otro con cada empujada. No se movía.
— ¡Vamos, maldición!— grite. Apoyándome en mis brazos, me eche hacia atrás, usando el peso de mi cuerpo con el ímpetu de que podría forzarla a abrirse. Cuando eso no funciono, deslice mis uñas debajo de esta, empujándola hasta que pensé que mis uñas se habían separado de mi piel. La luz brillo en la esquina de mi ojo. Y grite cuando vi como el fuego se acercaba por las sabanas blancas que cubrían el pasillo por el cual había pasado un momento antes. Mire hacia la ventana, una vez más metiendo mis uñas por las esquinas. Sangre saliendo de mis dedos, el metal se enterró en mis dedos. El instinto se sobrepuso sobre las demás emociones y mis manos se volvieron puños, golpeando el vidrio. Una pequeña grieta astillo en vidrio junto con manchas y salpicaduras de mi sangre por cada golpe. Golpee el vidrio una vez más con mi puño, y luego me saque un zapato. Las sirenas sonaban en la distancia y solloce, golpeando mis palmas contra el vidrio. El resto de mi vida solo estaba a unos centímetros, al otro lado del vidrio. Arañe los bordes una vez más, y luego comencé a golpear el vidrio con ambas palmas. — ¡AYUDA!— Grite, viendo las llamas acercarse — ¡ALGUIEN AYÚDEME!
Una tos suave sonó tras de mí — ¿Pigeon?
Me volví ante la voz familiar. Justin apareció en la puerta detrás de mí. Su rostro y ropa estaba cubierto en hollín. — ¡Justin!— grite, me baje del escritorio y corrí hacia donde él estaba parado, cansado y sucio. 
Me choque contra él, y él envolvió sus brazos alrededor mío. Tosiendo mientras jadeaba por aire. Sus manos tomaron mis mejillas.
— ¿Dónde está Jey?— su voz áspera y débil.
— Él los siguió— grite con lagrimas en mi rostro. — ¡Intente que viniese conmigo, pero él no venia!— Justin miro hacia el fuego que se aproximaba y sus cejas se juntaron. Contuve el aliento, tosiendo cuando el humo lleno mis pulmones, él me miro, sus ojos llenos de lagrimas.
— Voy a sacarnos de aquí Pigeon— sus labios se presionaron con los míos en un firme y rápido movimiento. Y entonces subió encima de mi improvisada escalera. Empujo la ventana, y luego la cerradura, sus músculos temblaban cuando usaba toda su fuerza contra el vidrio.
— ¡Aléjate _____. Voy a romper el vidrio!
Con miedo de moverme solo logre alejarme un paso de nuestra única salida. El codo de Justin se doblo mientras él echaba su puño hacia atrás, gritando mientras golpeaba el vidrio. Me volví escudando mi rostro con mis sangrientas manos mientras el vidrio se destrozaba encima de mí.
— ¡Vamos!— él grito sosteniendo una mano para mí. El calor del fuego tomo toda la habitación, me eleve en el aire mientras él me levantaba del piso y me empujaba fuera. Espere sobre mis rodillas mientras Justin escalaba, y luego lo ayude a ponerse de pie. Las sirenas a todo volumen estaban al otro lado de la habitación, y luces rojas y azules de los bomberos y las patrullas de los policías bailaban por el ladrillo del edificio adyacente.
Corrimos a la multitud de gente parada frente al edificio, buscando en los rostros sucios a Jey. Justin grito el nombre de su hermano, su voz se volvía mas desesperanzada con cada llamado. Él saco su celular para ver alguna llamada perdida y luego lo cerró fuertemente. Cubriendo su mano con su mano negra.
— ¡JEYDON!— Justin grito, estirando su cuello mientras buscaba en la multitud. Esos que habían escapado estaban abrazados y lloriqueaban detrás de los vehículos de emergencia, observando el horro mientras el camión de bomberos disparaba a través de las ventanas y bomberos corrían hacia dentro, tirando mangueras detrás de ellos. Justin pasó una mano por los rastros de cabello en su cabeza, negando la cabeza. 
—Él no salió. —él susurro. — Él no salió, Pidge.
Mi aliento se corto, cuando vi el hollín desliarse por sus mejillas por las lágrimas, el cayo en sus rodillas y yo caí con él.
— Jey es inteligente, Justin. Él salió, él debió haber encontrado otra forma— dije, tratando también de convencerme a mí misma. Justin colapso en mis piernas, tomando mi camisa con ambos puños. Lo sostuve, no sabía que mas hacer.

Una hora paso, observamos con esperanza que disminuía mientras observábamos como sacaban a dos personas y luego continuaban saliendo con las manos vacías. A medida que los paramédicos atendían y la ambulancia arrancaba en la noche, con victimas de quemaduras, esperamos. Media hora después, los cuerpos que sacaban estaban más allá de la salvación, el suelo estaba lleno de bajas, mucho más numerosas de los que habían escapado. Los ojos de Justin no dejaron la puerta, esperando que sacaran a su hermano de la salida.
— ¿Justin?— Volteamos a la misma vez para ver a Tony parado al lado nuestro. Justin se puso de pie, jalándome con él. — Estoy feliz de que ustedes chicos lo lograran— Dijo Tony. Luciendo atónito y desconcertado. — ¿Dónde estabas?— Justin no respondió. Nuestros ojos volvieron a los restos carbonizados de los dormitorios Keaton. El humo negro y espeso salía de las ventanas. Enterré mi rostro en el pecho de Justin, cerrando mis ojos, esperando que en cualquier momento despertara.
— Tengo que…tengo que llamar a mi papá— Justin dijo, sus cejas juntándose mientras abría su celular. Respire profundamente, esperando que mi voz sonara más fuerte de lo que me sentía.
— Tal vez deberías esperar. Justin no sabemos nada aun.
Sus ojos no dejaron el teclado y sus labios temblaron. — Esto no está bien, nunca deberíamos haber estado allí.
— Esto fue un accidente, tú nunca hubiese podido saber que esto pasaría— dije tocando su mejilla. Su rostro se comprimió, cerrando fuertemente los ojos, él respiro profundamente y comenzó a marcar el número de su padre.

  • Share:

You Might Also Like

0 comentarios