{ Capítulo 2 }

By Unknown - 20:53



Tomé la agenda telefónica del campus que había estado en la
alfombra cuando habíamos llegado aquí esta mañana y lo hojeé hasta
encontrar el número de la Residencia.
—Oh, vamos, Missy, ¿no quieres vivir conmigo? —¿Quién se cree este
chico? Lo había conocido por diez minutos y ya me había dado un apodo
y hecho proposiciones.
—Llámame así una vez más... —No terminé mientras escribía
furiosamente el número. Darah y Renee le susurraron a Justin, pero no lo
suficientemente bajo como para que no pudiera oírlas.
—Lo mejor es dejarla cuando se pone así —susurró Renee.
—No me metería con ella —dijo él, mientras escuchaba otro timbre.
Finalmente, un mensaje descolgó, diciéndome las horas que eran y
dándome algunas extensiones que podía probar. Golpeé el primero. No
hubo respuesta, pero una máquina de mensajes descolgó. Dejé un corto
mensaje, explicando la situación en el más urgente de los términos, y luego
volví a llamar al número original. No me detuve hasta que dejé mensajes
para los cinco contactos de la lista de correo de voz de la Residencia. Tiré
mi teléfono sobre la encimera.
—¿Te sientes mejor? —dijo Justin.
—No. —Tiré la agenda en el sofá. Darah y Renee me miraban como
si estuvieran preocupadas de que fuera a explotar. Estaba al borde—. Si
fueras un caballero, te ofrecerías a dormir en el sofá —espeté.
—Bueno, Missy, podrás llegar a descubrir que no soy un caballero.
Planeo sacarle el máximo provecho a esta situación. —Mi boca se abrió en
shock. Ningún chico me había hablado de esa manera.
—¿Hace calor aquí? Creo que abriré la ventana —dijo Renee,
corriendo hacia nuestra única ventana, en un extremo del sofá.
Darah me miró, luego hacia Justin, y de regreso. —Bueno, no hay
nada que podamos hacer justo ahora. Vamos a tomar sus cosas y luego
tal vez podamos ir abajo y ver si hay alguien en la Residencia —dijo. Dara
siempre era la pacificadora.
—Suena bien para mí —dijo Justin, caminando derecho a mi
habitación como si fuera el dueño del lugar.
—No puedo creer que esto esté pasando —dije, cerrando mis ojos.
Escuché “Back in Black” de AC/DC viniendo de mi habitación. El tono de
timbre de Justin.
::

—Hola, hombre. No, acabo de llegar. Habitación :::. Sí, eso sería

genial... —Empujó la puerta para cerrarla, y miré a Renee y Darah.
—No pensé que tendríamos que hacer esto tan pronto, pero creo
que necesitamos una reunión de compañeros —dije. Habíamos acordado
que tendríamos reuniones semanales de compañeros de habitación para
ventilar nuestras quejas. Estaba a favor de sacar esa mierda al aire libre, así
no terminaríamos odiándonos mutuamente. Había tenido un terrible
compañero de cuarto el año pasado y no quería lidiar con eso de nuevo.
Escuché, pero sonaba como si Justin estuviera todavía en el
teléfono. Podía escucharlo hurgando y oraba porque no rompiera nada.
Entonces lo mataría.
—No veo cual es el gran problema —dijo Renee—. Quiero decir, sería
lo mismo si una de nosotras tuviera un novio para quedarse. Paul se quedó
todo el tiempo cuando Darah y yo vivimos aquí el año pasado.
—Pero eso fue porque tú dormías con él —dije.
—Tal vez vaya a dormir con Justin —replicó ella. Renee había roto
con Paul muy recientemente, y estaba a la caza de una recuperación.
Todos sabíamos que ella y Paul estaban destinados y que con el tiempo se
darían cuenta de eso, pero Renee todavía estaba en la etapa de la ira.
—¿Estás incomoda con quedarte con él, _____? Está bien si lo estás
—dijo Darah.
—No puedo imaginar por qué me sentiría incómoda con compartir
una extremadamente pequeña habitación con un chico que he conocido
por una media hora que sigue haciendo comentarios espeluznantes. No
puedo imaginar por qué tendría un problema con eso.
—Si quieres, Renee y yo podemos cambiar. Me quedaré con él y
Renee puede quedarse contigo —dijo Darah.
—¿Por qué no puede quedarse conmigo? —lloriqueó Renee.
—Porque lo vas a violar en su sueño —dije.
—No puedes violar la voluntad, Tay —dijo, guiñando un ojo.
—Eres asquerosa.
—¿Y si sacamos pajitas? —dijo Darah.
—¿Incluso tenemos pajitas? —dijo Renee—. ¿Qué tal si hacemos
números o algo así? Aquí —dijo, tomando un cuaderno de la universidad
de Maine que alguien había dejado en el mostrador de la cocina, junto
con una pluma—. Escribiré nuestros nombres y los pondremos en... —Tomó
::

mi gorra de béisbol que había desechado antes—. Justin elegirá. Ahí lo

tienen. Problema resuelto.
La puerta se abrió y Justin salió, otra sonrisa en su rostro.
—No hablaban de mí, ¿verdad?
Como si no lo supiera. Rodé los ojos mientras Renee escribía cada
uno de nuestros nombres en pequeños pedazos de papel y los arrojaba a
mi gorra. Puso su mano encima y la sacudió.
—Escoge uno —dijo ella, empujando la gorra en su cara.
—De acuerdo —dijo, metiendo la mano y sacando un pedazo de
papel doblado. Renee lo desdobló lentamente. Todos esperamos mientras
hacía una dramática pausa.
—_____ —dijo, dándole la vuelta para que pudiéramos leer mi
nombre en blanco y negro.
—Mierda —dije.

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