Chapter ♥ {96)

By Unknown - 19:52



Los rayos del sol me despertaron. Abrí los ojos y me encontré con el pacífico rostro de Justin mientras dormia. Nuestras piernas estaban enredadas. Mi cabeza estaba apoyada en su brazo y su otro brazo pasaba alrededor de mi cintura. Mis manos descansaban en el pequeño espacio que habia entre nuestros cuerpos. Me quedé ahí, sin moverme, solo mirandole. Nervios se agolpaban en mi estómago al saber que esa sería la última vez que lo vería al despertarme. Pensar que no lo iba a tener durante 4 años hacia que mi estómago se contrajera.
Miré mis manos antes de mirar sus ojos de nuevo y me encontré con sus ojos abiertos. Miré sus preciosos ojos marrones claros, mi corazón empezó a ir más rápido solo al sentir sus ojos sobre mi, mirandome directamente.
- Buenos dias - murmuró.
- Buenos dias. - Justin lamió sus labios. El brazo que tenía puesto alrededor de mi cintura se hizo más fuerte y me acercó mas a él sin dificultad. Lo abracé mientras que mi frente descansaba en su pecho desnudo.
- Voy a extrañar despertar junto a ti - me apretó contra él.
- Yo tambien - murmuré. - ¿Has quedado ya con tu madre? - pregunté.
- Si - suspiró - A las 12, por lo tanto - quitó una mano de mi cintura y cogió su móvil que estaba encima de la mesita de noche - Me quedan dos horas.
- ¿Solo son las 10?
- Si - volvió a abrazarme.
- Parece que he dormido un mundo - murmuré aspirando su olor.
- Ayer nos acostamos temprano, ¿Te acuerdas de nuestras sesiones de besos? - miré a Justin y sonreí.
- Como olvidarlo.
- ¿Que te parece si volvemos a hacer una? - yo sonreí y Justin me besó - Hace meses que no hacemos ninguna sesion de estas - volvió a besarme. Cambiabamos de posición mientras nos besabamos y nuestras manos recorrian nuestros cuerpos.
Narrado por Justin
Me quité mis gafas de sol cuando llamé al timbre de casa de mamá. Ella abrió y tuve que mirar hacia abajo para mirar sus ojos grises.
- ¡Justin! - dijo feliz.
- Hola mamá - la rodeè con mis brazos. Ella rió.
- ¿A que se debe tanto amor? - rió separandose de mi. Cerré la puerta y la seguí hacia la cocina.
- ¿No puedo abrazar a mi madre? - dejé las llaves del coche y las gafas en la mesa de la cocina y me apoyé en la encimera.
- ¡Claro que si! Estoy contenta de que estes aqui. ¿Quieres un café? - dijo echando leche en una taza.
- Por favor - la miré mientras que ella los preparaba. Si me costó decirselo a _______, a mi madre…. Golpeé con la llema de los dedos la encimera.
- Vamos al salón, estaremos más cómodos. - asentí y la seguí con mi taza en mi mano con cuidado de no derramar nada.
- ¿Cómo va todo con ________ ? - preguntó moviendo la cuchara dentro de su café.
- Con ella todo perfecto - sonreí.
- ¡Eso está muy bien! - sonrió enseñando su blanca dentadura.
- Pero… - hice una mueca y miré a mi café.
- ¿Que? - mi madre me miró interrogante.
- Ya sabes, mi trabajo….
- ¿Que pasa con eso?
- Tengo que irme a España unos años. - mi madre dejó de revolver su café. La miré y sus ojos estaban en mi. Expresaban preocupación, tristeza y algo de enfado. Me quedé en silencio mientras que ella reaccionaba. - ¿Cuanto son unos años? - murmuró.
- Tres o cuatro. - mi madre mordió su labio inferior para que no le temblara mientras que sus ojos se aguaban.
- ¿Por qué?
- No preguntes el por qué. Solo tengo que hacerlo, no tengo otra elección.
- Siempre hay otra elección
- No para mi, mamá. - bebí un sorbo de mi café.
- ¿Llamaras?
- No puedo estar en contacto con nadie - ella hizo una mueca de dolor.
- ¿Te vas con _________?
- No, voy con Cody.
- ¿Cómo ha reaccionado ella? - limpió sus lágrimas.
Suspiré - Al principio no muy bien, después estuvo bien, y después se puso peor.
- Pobre chica, Justin - susurró y un pinchazo atravesó mi pecho.
- ¿Crees que no me duele dejarla? ¿Que no me duele dejarte? - ella dejó su café en la mesa. - Ven aquí cariño - abrió sus brazos y no lo dudé. La abrazé mientras que me rompía delante de ella. Mi cabeza estaba apoyada en su pecho mientras que ella me susurraba palabras de consuelo.
- Te quiero mamá.
- Yo tambien te quiero, Justin. Me quedé abrazado a ella hasta que estuve un poco más tranquilo.
- ¿Ella te esperará? - preguntó secandose unas lágrimas.
- Eso espero - suspiré.
- ¿Cuando te vas? - cogió mi mano entre sus pequeñas manos.
- Dentro de unas horas - ella se incorporó y besó mi mejilla.
- Ten cuidado, Justin. Sé que no te vas de vacaciones. ¿Cómo no voy a saber de mi hijo en cuatro años? - habló para si misma.
- Estaré bien, mamá - la tranquilizé.
- Pero yo estaré preocupada - frunció el ceño - No puedes hacer eso, intenta hacerme una llamada, enviarme una carta o algo. ¿Vale? Aunque solo me digas ” Estoy bien”.
- Lo intentaré. - Miré el reloj que estaba colgado en la pared. - Tengo que irme - me bebí lo que me quedaba de café.
- Claro - ella se levantó conmigo y me acompañó a la puerta.
- Ten mucho cuidado cariño - me abrazó. - Recuerda que te quiero.
Aspiré su aroma una última vez - Lo tendré, yo también te quiero - besé su mejilla. Bajé los escalones mientras que ella se quedaba allí con lágrimas en los ojos. Me puse mis gafas de sol y me monté en mi coche. La despedí con mi mano mietras que ella hacia lo mismo y ahogaba un sollozo con su otra mano.

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