Chapter ♥ {41} Maratón{3/5}
By Unknown - 21:18
Narrado por ________
Nuestras lenguas jugaban mientras que Justin retrocedía hacia atrás, hasta chocar con una pared. Me dió la vuelta, esta vez quedando yo apoyada en la pared. Buscó el lazo del albornoz y me lo soltó abriéndomelo. Dejó mis labios para mirarme, menos mal que se me habia ocurrido ponerme ropa interior antes de abrir. Justin se lamió los labios y volvió a besarme, puso sus manos en mi trasero y me acercó a él. Mis brazos estaban alrededor de su cuello. Él bajó hasta mis muslos y me cogió. Rodeé su cadera con mis piernas. Revolví su pelo con mis manos y tiraba un poco de él mientras que Justin gemía junto a mi boca. Me quitó de la pared y camino hacia mi habitación, cerrando la puerta con el pie. Me apoyó en el armario. Me cogió de las caderas y me las apretó. Necesitaba aire, Justin dejó mi boca para besar mi clavícula, eché un poco el cuello hacia atrás y lo besó con desesperación hasta volver a subir a mis labios.
Nos separamos un segundo y abrí los ojos para mirar los de Justin. Estaban más oscuros y brillantes.
Intentaba controlar mi respiración agitada.
- Creo que será mejor que miremos la hora de las peliculas - Susurré. Justin sonrió y me dió un beso mojado en el pecho, al lado del cuello. Justin me abrazó por debajo del albornoz, metiendo su rostro en mi cuello. Le di un beso en su cuello y también lo abracé.
Me bajó y besó mi mejilla.
- Voy a ponerme algo, puedes ir encendiendo el ordenador que está en el salón - me quité el albornoz dejándolo en la cama.
- Creo que prefiero disfrutar de las vistas. - me sonrió apoyandose en la pared. Negué con la cabeza.
Abrí el armario y cogí una camiseta de mangas cortas rosa ancha y unos pantalones de chandal negros, me puse unos calcetines y miré a Justin. - Sigue incomodandome que me mires - abrí la puerta.
- ¿Por qué? - preguntó detrás mía.
- No lo se - me encogí de hombros.
Me agaché para encender el ordenador. Justin se sentó en la silla y me hizo señas para que me sentara con él. Me senté en su regazo y apoyé mi cabeza en su hombro mientras que él me rodeaba con sus brazos. Cuando el ordenador se encendió entré en internet y busqué las sesiones de las peliculas.
- ¿Que pelicula vemos? - le pregunté. Justin miró las que había.
- Mmmmm… ¿Que te parece si vemos The Host? - me preguntó.
- Me parece bien
- ¿Sabes de que va? - me preguntó.
- Me he leído el libro - le sonreí.
- Oh, eso no vale
Me encogí de hombros. - ¿A que hora?
- Son las seis de la tarde… estarás lista antes de las siete y quarto?
- Imposible - rodeé su cuello con mis brazos.
- Entonces iremos a la sesión de las diez.
- Bien, ¿A que hora salimos de aqui? - le pregunté.
- Mmmmm.. ¿ocho y media?
- Vale - me levanté de su regazo. - Voy a empezar a arreglarme. - me dirigí a mi habitación seguida por Justin. Saqué la plancha del pelo de su caja y la enchufe. Justin entró y se sentó en la silla mirandome. Abrí el armario, aún no sabía que iba a ponerme. Hice una mueca mirando mi ropa. Al final me decidí por esto. Lo saqué todo y empecé a hacerme la plancha del pelo mientras hablaba con Justin.
Nos separamos un segundo y abrí los ojos para mirar los de Justin. Estaban más oscuros y brillantes.
Intentaba controlar mi respiración agitada.
- Creo que será mejor que miremos la hora de las peliculas - Susurré. Justin sonrió y me dió un beso mojado en el pecho, al lado del cuello. Justin me abrazó por debajo del albornoz, metiendo su rostro en mi cuello. Le di un beso en su cuello y también lo abracé.
Me bajó y besó mi mejilla.
- Voy a ponerme algo, puedes ir encendiendo el ordenador que está en el salón - me quité el albornoz dejándolo en la cama.
- Creo que prefiero disfrutar de las vistas. - me sonrió apoyandose en la pared. Negué con la cabeza.
Abrí el armario y cogí una camiseta de mangas cortas rosa ancha y unos pantalones de chandal negros, me puse unos calcetines y miré a Justin. - Sigue incomodandome que me mires - abrí la puerta.
- ¿Por qué? - preguntó detrás mía.
- No lo se - me encogí de hombros.
Me agaché para encender el ordenador. Justin se sentó en la silla y me hizo señas para que me sentara con él. Me senté en su regazo y apoyé mi cabeza en su hombro mientras que él me rodeaba con sus brazos. Cuando el ordenador se encendió entré en internet y busqué las sesiones de las peliculas.
- ¿Que pelicula vemos? - le pregunté. Justin miró las que había.
- Mmmmm… ¿Que te parece si vemos The Host? - me preguntó.
- Me parece bien
- ¿Sabes de que va? - me preguntó.
- Me he leído el libro - le sonreí.
- Oh, eso no vale
Me encogí de hombros. - ¿A que hora?
- Son las seis de la tarde… estarás lista antes de las siete y quarto?
- Imposible - rodeé su cuello con mis brazos.
- Entonces iremos a la sesión de las diez.
- Bien, ¿A que hora salimos de aqui? - le pregunté.
- Mmmmm.. ¿ocho y media?
- Vale - me levanté de su regazo. - Voy a empezar a arreglarme. - me dirigí a mi habitación seguida por Justin. Saqué la plancha del pelo de su caja y la enchufe. Justin entró y se sentó en la silla mirandome. Abrí el armario, aún no sabía que iba a ponerme. Hice una mueca mirando mi ropa. Al final me decidí por esto. Lo saqué todo y empecé a hacerme la plancha del pelo mientras hablaba con Justin.
Me miré al espejo una última vez. Mi móvil sonó. Lo cogí.
- ¿Si?
- Hola - escuché la voz de mi padre al otro lado de la linea.
- Hola, ¿Cómo estás? - cogí todo lo necesario y lo metí en mi bolso.
- Bien, ahora estaba aqui relajado viendo la television.
- Eso está bien - murmuré cerrando el bolso.
- ¿Y tu? ¿Vas a salir?
- Si, voy al cine.
- ¿Con quien? ¿Con tus amigas?
- Nop, con un amigo.
- ¿Que amigo?
- Un amigo - me encogí de hombros aunque él no pudiera verme.
- ¿Tu madre lo conoce?
- Si papá - bufé.
- Bueno, ten cuidado
- Si, tengo que dejarte, me está esperando - miré la hora en el reloj de la cocina.
- Vale, pasatelo bien
- Gracias, adios - colgué despues de que él se despidiera.
El timbre sonó, abrí la puerta y allí estaba Justin vestido así. (sin la gorra)
- Que guapo - le sonreí.
- Digo lo mismo - me besó. Cerré la puerta de casa con llave y las metí en el bolso. Justin cogió mi mano y nos dirigimos al ascensor.
- Justin - dije, no muy segura. Él me miró.
- Esos dos niños que te abrazaron ayer ¿Eran tus hermanos? - su agarre sobre mi mano se tensó.
- Si - entramos en el ascensor.
- Y ¿Tu padre no te deja verlos?
- No
Cerré la boca para no hacer más preguntas, ya que sabía que seguir preguntandole no me llevaría por buen camino.
Salimos del ascensor y caminamos por el garage hasta llegar al coche.
- Justin - volví a llamarle la atención.
- ¿Que? - suspiró.
- ¿Teneis más de un coche? Digo, Ryan se mueve libremente y tú siempre coges este coche.
- Si, cada uno tiene el suyo.
- Y tu tambien tienes a Lucy ¿no? - dije refiriendome a su moto.
- Si - me abrió la puerta del copiloto - le sonreí y me monté.
Cuando arrancó el coche encendió la radio. Después de una canción de un grupo que desconocía, empezó a sonar I wanna be, de Chris Brown. Cuando empezó a sonar la canción, Justin cogió mi mano.
- Deberia haberte dedicado esta canción - me dijo. Lo miré y le sonreí.
- Puedes hacerlo todavía.
- De acuerdo nena, te dedico esta canción. - Reí. Justin aparcó y bajamos del coche. Justin se puso a mi lado, pasó su brazo por mis hombros y yo pasé mi brazo por su cintura.
- ¿Pizza? - me preguntó.
- Si - asentí.
Entramos en una pizzeria que estaba justo en frente del cine.
- ¿Dos personas? - preguntó una camarera.
- Si - dijo Justin. Ella nos guió hacia una mesa de dos y nos sentamos. No tardó en traernos las cartas y apuntar nuestra bebida. Me quité el abrigo y lo dejé en el respaldar de mi silla.
- Me gustaria moder tu hombro - levanté la vista de la carta para mirar a Justin. Lo miré y tenía su vista clavada en mi hombro descubierto, después me miró a los ojos.
- Creo que tienes un problema - murmuré cerrando la carta.
- Tú eres mi problema - la chica nos trajo las bebidas.
- ¿Ya habeis pensado que quereis de comer?
- Si - Justin miró la carta. - ¿Te parece si pedimos la Puccoti? - me miró.
- Esa está bien.
- Pues eso y una ensalada - le dió la carta a la camarera y yo lo imité.
- ¿Te gusta la ensalada? - asentí.
- ¿Por qué soy tu problema? - le pregunté.
Justin me sonrió y bebió de su Coca-Cola. Alcé una ceja esperando que me contestara.
- No esperes una respuesta.
- ¿Por qué?
La chica nos trajo la ensalada y Justin le murmuró un “Gracias” mientras me miraba.
- Si no me vas a dar una respuesta, deja de mirarme - pinché una lechuga con mi tenedor y lo miré desafiante.
- Eres como una niña pequeña - sonrió.
- ¿Si?
- Hola - escuché la voz de mi padre al otro lado de la linea.
- Hola, ¿Cómo estás? - cogí todo lo necesario y lo metí en mi bolso.
- Bien, ahora estaba aqui relajado viendo la television.
- Eso está bien - murmuré cerrando el bolso.
- ¿Y tu? ¿Vas a salir?
- Si, voy al cine.
- ¿Con quien? ¿Con tus amigas?
- Nop, con un amigo.
- ¿Que amigo?
- Un amigo - me encogí de hombros aunque él no pudiera verme.
- ¿Tu madre lo conoce?
- Si papá - bufé.
- Bueno, ten cuidado
- Si, tengo que dejarte, me está esperando - miré la hora en el reloj de la cocina.
- Vale, pasatelo bien
- Gracias, adios - colgué despues de que él se despidiera.
El timbre sonó, abrí la puerta y allí estaba Justin vestido así. (sin la gorra)
- Que guapo - le sonreí.
- Digo lo mismo - me besó. Cerré la puerta de casa con llave y las metí en el bolso. Justin cogió mi mano y nos dirigimos al ascensor.
- Justin - dije, no muy segura. Él me miró.
- Esos dos niños que te abrazaron ayer ¿Eran tus hermanos? - su agarre sobre mi mano se tensó.
- Si - entramos en el ascensor.
- Y ¿Tu padre no te deja verlos?
- No
Cerré la boca para no hacer más preguntas, ya que sabía que seguir preguntandole no me llevaría por buen camino.
Salimos del ascensor y caminamos por el garage hasta llegar al coche.
- Justin - volví a llamarle la atención.
- ¿Que? - suspiró.
- ¿Teneis más de un coche? Digo, Ryan se mueve libremente y tú siempre coges este coche.
- Si, cada uno tiene el suyo.
- Y tu tambien tienes a Lucy ¿no? - dije refiriendome a su moto.
- Si - me abrió la puerta del copiloto - le sonreí y me monté.
Cuando arrancó el coche encendió la radio. Después de una canción de un grupo que desconocía, empezó a sonar I wanna be, de Chris Brown. Cuando empezó a sonar la canción, Justin cogió mi mano.
- Deberia haberte dedicado esta canción - me dijo. Lo miré y le sonreí.
- Puedes hacerlo todavía.
- De acuerdo nena, te dedico esta canción. - Reí. Justin aparcó y bajamos del coche. Justin se puso a mi lado, pasó su brazo por mis hombros y yo pasé mi brazo por su cintura.
- ¿Pizza? - me preguntó.
- Si - asentí.
Entramos en una pizzeria que estaba justo en frente del cine.
- ¿Dos personas? - preguntó una camarera.
- Si - dijo Justin. Ella nos guió hacia una mesa de dos y nos sentamos. No tardó en traernos las cartas y apuntar nuestra bebida. Me quité el abrigo y lo dejé en el respaldar de mi silla.
- Me gustaria moder tu hombro - levanté la vista de la carta para mirar a Justin. Lo miré y tenía su vista clavada en mi hombro descubierto, después me miró a los ojos.
- Creo que tienes un problema - murmuré cerrando la carta.
- Tú eres mi problema - la chica nos trajo las bebidas.
- ¿Ya habeis pensado que quereis de comer?
- Si - Justin miró la carta. - ¿Te parece si pedimos la Puccoti? - me miró.
- Esa está bien.
- Pues eso y una ensalada - le dió la carta a la camarera y yo lo imité.
- ¿Te gusta la ensalada? - asentí.
- ¿Por qué soy tu problema? - le pregunté.
Justin me sonrió y bebió de su Coca-Cola. Alcé una ceja esperando que me contestara.
- No esperes una respuesta.
- ¿Por qué?
La chica nos trajo la ensalada y Justin le murmuró un “Gracias” mientras me miraba.
- Si no me vas a dar una respuesta, deja de mirarme - pinché una lechuga con mi tenedor y lo miré desafiante.
- Eres como una niña pequeña - sonrió.
Salimos de la pizzeria entre risas, o bueno, mas bien yo era la que me reía.
- Deja de reirte, no hace gracia - se quejó.
- Claro que hace, ¿A quien se le ocurre morder la pizza recién traída a la mesa?
- No sé - se encogió de hombros. - Ven aquí - me rodeó con sus brazos. Me besó pero alguien nos interrumpió.
- Deja de reirte, no hace gracia - se quejó.
- Claro que hace, ¿A quien se le ocurre morder la pizza recién traída a la mesa?
- No sé - se encogió de hombros. - Ven aquí - me rodeó con sus brazos. Me besó pero alguien nos interrumpió.
- Que escena más tierna - dijo un chico a nuestra izquierda. Justin se giró y se puso delante mío.
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