Chapter {30} maratón 4/5

By Unknown - 15:59



- ¿A donde vamos? - le pregunté a Justin cuando salimos de casa. Èl me dió una chaqueta suya antes de salir y me la puse.

- Bueno, quiero dar una vuelta - se encogió de hombros.

- Oh, está bien - le sonreí. Cogió mi mano y caminamos hacia el ascensor. No me podía creer lo que había sucedido hace unos momentos. Sincermante, estaba emocionada. Saber que se tomó todas esas molestias por hacerme sentir bien….
Me agarré a su brazo. Justin metió sus manos en los bolsillos y salimos fuera del ascensor.

- Te ves preciosa hoy _______ - me sonrojé. - Bueno, no solo hoy - me guiñó un ojo. Me abrió la puerta del coche y entré sonriendole.  Justin se montó y puso la radio para tener un poco de musica de fondo.

- ¿Me vas a decir donde vamos? - le pregunté.

- No - cogió mi mano y entrelazamos nuestros dedos.

- ¿Por qué? ¿Sabes que soy muy curiosa?

- Lo sé cariño, eso no me hace falta que tu me lo digas - bufé.

- No es que no me gusten las sorpresas, me encantan que me sorprendan, pero me voy a morir de la impaciencia. Si me muero, será tu culpa. - después de decir eso pensé en lo que dije " Si me muero, será tu culpa" . Justin apretó el agarre en mi mano. - Sabes que no me refería a todo esto. - murmuré.

- Lo sé, pero eso es cierto, _______. Si algún día llega a pasarte algo… - negó con la cabeza intentando despejar esos pensamientos de su mente. - yo… no podría seguir viviendo _____. No me lo perdonaría.

- Oh vamos Justin, no digas eso. ¿Y si muero en un accidente? No sería culpa tuya.

- No _______. Simplemente no podría vivir sin ti. - soltó mi mano y la pasó por su pelo.

- ¿Y que pasa si me pasa algo? ¿Dejarás al bebé sin familia? - me estremecí ante esa idea. Justin aparcó a un lado, en el arcén. Me di cuenta que estabamos en una de las carreteras que iban para el lago Laverne.  - ¿Justin? - él miraba hacia el frente. Apretando las manos alrededor del volante haciendo que sus nudillos se vieran blancos. - ¿Estás bien? - me preocupé.

- No vuelvas a decir eso - murmuró con la mandíbula apretada. - No morirás. Nadie lo hará. Seremos una familia feliz ________ después de que eliminemos a los skinhead intentaré acabar con esta Oops. Nos iremos de Stratford, escaparemos a otra ciudad de Canadá o a Estados Unidos. No me importa. Quiero dejar todo esto atrás y empezar una nueva vida. Quiero que tengas la oportunidad de cumplir tu sueño. De salir de aquí, de tener tu propio cuento de hadas. Te lo mereces y estoy haciendo poco para dártelo.

- Solo con tu amor haces mi cuento de hadas, Justin - susurré y toqué su mejilla. Justin se relajó ante mi tacto y cerró los ojos. - ¿Sabes algo?

-¿Mmm? - puso su mano sobre la mía.

- No quiero un cuento de hadas, Justin. - él abrió los ojos y me miró - Solo te quiero a ti - sonreí. - No quiero ninguna especie de príncipe en mi vida, tú haces tu trabajo de novio muy bien - sonreí. Justin sonrió de lado y besó mis nudillos.

- Te quiero - susurró.

- Yo también - sonreí. Él móvil de Justin sonó. Él lo sacó de su bolsillo y miró extrañado.

Narrado por Marta

- ¿Lista? - me preguntó Christian. Cogí su mano.

- Si, lista y nerviosa - sonreí nerviosa.

- Todo saldrá bien, mis padres no son tan malos - asentí sintiendo los nervios en mi estómago. Íbamos a una barbacoa de su familia, así que no íbamos tan arreglados. 

- Cojamos mi coche, hace unos dias que no lo muevo - señalé mi coche aparcado.

- Esta bien - nos dirigimos a mi coche y le di las llaves para que conduciera.

- Pensé que ibas a conducir tú - me dijo montándose.

- Me gusta mirarte - me monté y le sonreí.

- Oh - Christian arrancó y nos dirigimos a casa de sus padres. - Así que… ¿te gusta mirarme eh? - me miró de reojo con una sonrisa pícara en sus labios y me sonrojé. Le di un pequeño golpe en el brazo.

- Cállate - murmuré con la boca pequeña y miré por la ventana.

- Mis padres no saben a lo que me dedico - lo miré y lamió sus labios. 

- Tranquilo, no diré nada - alargué mi mano y empecé a tocar su nuca. 

- Nena, me desconcentras - murmuró.

- Lo siento - sonreí, pero no paré. - ¿Cómo le habrá ido a Justin y a _____? - pensé en voz alta.

- Pues supongo que esa gente ya estarán follan… 

- ¡Christian! - le regañé interrumpiendolo. - Que poco romántico.

- Oh, lo siento nena, entonces ellos estarán haciendo el amor, ¿te vale así? - me miró.

- Si, me vale así. - sonreí. Christian frunció el ceño. - ¿Que pasa? 

- Shhh - quité mi mano de su nuca y la dejé sobre mi regazo.  - ¿Escuchas eso?  - fruncí el ceño y e intenté escuchar algo.

- No - hice una mueca. La cara de Christian se puso blanca, más blanca de lo que ya era. - ¿Que ocurre? 

- No te alarmes, pero creo que te han puesto una bomba debajo del coche. Mi corazón se paró.

- ¡¿QUE?! ¿Estas bromeando? - dije rápido.

- No, escucha - puse mi oído. Tic, tic, tic, tic. Me sentí desfallecer.

- ¿¡Que hacemos?!  - dije nerviosa - Christian!

- ¡QUE NO TE ALARMES TE DIJE! - me gritó. - Saltemos.

- ¿Que?! - abrí mis ojos como platos.

- ¡Que saltes del coche! - me gritó. Mi corazón bombeaba con fuerza y sentía un cosquilleo por todo mi cuerpo de los nervios.

- ¡¿PERO ESTAS LOCO?! ¿Como voy a saltar? - alcé mis manos.

- ¡MARTA, FUERA DEL PU.TO COCHE AHORA! - redujo la velocidad

- No puedo hacerlo - jadeé poniendo mi mano en la manilla de la puerta. 

- Salta, ahora cariño, no queda tiempo. 

- ¿Y como lo sabes? - jadeé.

- Lo sé, tu solo salta.

- ¿Y tu? - lo miré.

- Lo haremos los dos a la vez - nos quitamos los cinturones y Christian puso una mano en el manillar. Respiré hondo nerviosa.

- Una… dos..

- No puedo hacerlo - mordí todo mi labio inferior.

- Salta Marta. No saltaré hasta que tu no lo hagas, si morimos lo haremos los dos. - Siguió manejando el volante.  Reprimí un sollozo y abrí la puerta y sin pensármelo dos veces salté. Sentí mi respiración fallar y el asfalto haciéndome daño en mis rodillas. Escuché una explosión y cubrí mi cabeza con mis manos cuando dejé de rodar.  Respiré con dificultad sin ser capaz de levantar la cabeza del miedo.

- Marta, Marta - escuché la voz de Christian llamándome. Me zarandeó pero empecé a llorar. - Nena - Christian me levantó y me abrazó. Un coche paró. 

- ¿Estáis bien? - escuché la voz de un hombre.

- Si, estamos bien - dijo Christian.

- Menos mal que habéis saltado.- miré a ese hombre y rebuscó detrás de sus pantalones. Sacó un arma. Christian y yo nos levantamos. Él me puso detrás suya. Miré aterrorizada al hombre con el arma. Me agarré de la chaqueta de Christian asomando un poco mi cabeza por su brazo.

- Corre - susurró. Lo demás todo fue rápido. Escuché un disparo, Christian gimió de dolor y yo empecé a correr mientras lloraba y miraba hacia atrás viendo a Christian en el suelo. El hombre con el arma empezó a correr detrás mía. Sentí su agarre en mi cintura grité y pataleé.
Varios coches pasaron y redujeron la velocidad. Llamarian a la policía. Sentí un golpe en mi cabeza.

  • Share:

You Might Also Like

0 comentarios